Durante el evento deportivo anual más importante en los EEUU, la Super Bowl, celebrado ayer domingo en el estadio Louisiana Superdome en Nueva Orleans, T-Mobile proyectó ante millones de aficionados el anuncio de lanzamiento de la cobertura móvil proporcionada desde el espacio, a través de la red de satélites de Starlink.
Se materializa así la promesa que Elon Musk realizó en el verano de 2022 al adelantar que la próxima generación de satélites V2 estarían equipados con la tecnología necesaria para comunicarse con móviles convencionales.
T-Mobile es una de las 8 operadoras que han llegado a acuerdos con Starlink en 9 países para que sus clientes puedan hacer roaming a la red espacial cuando el móvil no pueda conectar con los emplazamientos de la red terrestre, por encontrarse en zonas aisladas.
Solo en el territorio de los EEUU se calcula que hay unos 1,3 millones de km2 donde no llega la señal de ninguna torre de telefonía móvil. Estas zonas muertas desaparecen, al quedar desde ahora comunicadas a través de la red satelital, permitiendo en un primer momento el envío y recepción de mensajes de texto con fotos y prometiendo para más adelante llamadas de voz y datos con acceso a internet a velocidad básica.
Para recibir cobertura satélite no hay que hacer nada, puesto que el terminal se conecta automáticamente creyendo que se trata de la red terrestre.
Inicialmente el servicio se ofrece en fase beta para los clientes que decidan inscribirse, recibiendo el servicio de forma gratuita hasta el mes de julio. A partir de entonces la cobertura satélite estará incluida en los planes más caros, mientras que el resto de usuario tendrá que pagar una cuota adicional de 15$ al mes, aunque inicialmente habrá una oferta para contratarlo por 10$ definitivos. Para los clientes de operadoras competidoras Verizon y AT&T costará 20$ al mes.
