La Unión General de Trabajadores (UGT) está preocupada por la brecha digital. Según los cálculos de la Comisión Nacional de los Mercados y de las Competencia (CNMC) casi medio millón de líneas de telefonía fija no permiten conexiones de banda ancha, lo que supone que un 2,5% de las líneas de la red de cobre jamás podrán conectarse a Internet, ni siquiera a una velocidad mínima de un 1 Mbps.
Según el sindicato en una nota de prensa emitida hoy para medios, si se extrapola esta cifra a una línea por hogar (y a un hogar de tamaño medio) 1,12 millones de españoles y españolas nunca podrán conectarse a Internet mediante una conexión de banda ancha, lo que les condena a ser excluidos digitales para siempre. En muchos de estos casos, la prestación real se acerca más a los 2 Mbps que a los 10, lo que relega a los afectados a disponer de una velocidad ínfima y, en muchas ocasiones, inoperante. De nuevo, si se extrapolan los datos, y siempre según UGT, al número de personas por hogar, se estima que 2,14 millones de ciudadanos se encuentran sometidos a una conexión deficitaria.
En opinión de la Unión General de Trabajadores, la nueva regulación creará una España de dos velocidades, condenando a más de tres millones de españoles a una conexión a Internet lenta e inestable.