..... en firme para que sea usted considerado, por desconocimiento de estos pedantes, un serio candidato a ocupar uno de los sillones que más ponderen en los designios de la Academia de la Lengua, para de esta forma participar en los derroteros por donde evolucionarán la lengua cervantina.
Su dominio de la sintaxis, lingüística, retórica y creatividad literaria están lejos de toda duda y los tiempos venideros demostrarán en un futurible lo que muchos de nosotros ya sabemos, la atemporalidad de sus mensajes.
Sin duda un firme icóno de los tiempos modernos y un sendero de brillo cegador que no hiere en la mirada, y sin embargo edifica en las más sensibles fibras del interior del ser humano, iluminando esos vestigios en donde el código genético ha dejado su impronta del animal del cual procedemos.
Pocas veces se puede disfrutar, en este foro de personas cultivadas y generosas y que nos hacen partícipes de su ámplio, detallado e imbricado saber en esta rama de la ciencia que llega a sublimarse en un arte intuitivo, de aportaciones del calibre de las que usted nos profesa.
Es un gusto para cualquier tipo de paladar, desde los más romos a los más exquisitos, que deleita la mente menos cultivada, el seguirle la pista en estos vericuetos virtuales, no sólo por los beneficios que aporta a la psique, sino por el mero placer de contemplar una joya literaria.
Una auténtica pléyade de convertidos, por mor de su saber, en sus discípulos, un sin número de seguidores que le veneran, entre los que me incluyo, escrutamos por estas ciberpáginas y le esperamos cualquier aportación, por mínima que parezca como agua de Mayo después de singular sequía, pues somos conscientes de haber asistido en ese momento de ejecutar el acto de lectura, de un hito en la historia.
Bienaventurados nosotros que podemos leer "on line" y en "pseudotiempo" real las singulares aportaciones del genio, cúspide de pensamiento, montaña inabordable que despunta entre esta cordillera de gigantes.
Uno se siente, cuando menos intimidado en su mente de primate por semejante torrente de oratoria, y por mera comparación frente a ese espejo de bruñido azoge, sufre una esquizofrenia por el desdoblamiento de personalidad que provoca el delite del saber supremo simultaneado con la frustración de las limitaciones de nuestras mentes que ni en la mejor de las ocasiones podre llegarle ni al polvo que atesoran sus zapatos.
Aún no atisbo a comprender como en un arrebato de especial locura he tenido el atrevimiento de dejarle este mensaje. Espero y deseo que su generosidad inconmensurable sea capaz de perdonar este atrevimiento.
Muy buenas noches.