Hola.
Habiendo replicado a un bocadepez he pensado que probablemente nunca vería mi respuesta y considerando el tema he decidido abrir un hilo para aprovechar y hacer una reflexión.
En el tema de portada "Cobro unos 4.000 euros al año por derechos de autor" un bocadepez escribía:
yo por eso mismo no veo el telediario , me ensanguino ver como tergiversan la verdad , y saber que un gran numero de personas darán por valido esas afirmaciones
De echo no veo mal el canon si lo cobran en consecuencia lógica , eso q dices de un canon = para un hdd de 500 que para otro de 250 gb , es una barbarie
Si es cierto q se graban equipos por su capacidad de almacenamiento , su canon deberia corresponer por la cantida de datos caàces de almacenar , osea con las impresoras no estoy de acuerdo , ni las camaras , pero sus trajetas de memoria pasa , pero aun asi no es consecente con el espacio que estas tienen
Lo que yo le contesté fue:
Pues yo me "ensanguino" cuando la gente usa palabras que no existen o escribe "echo" del verbo hacer sin hache, o que escriben "q" en vez de "que" porque se deben creer que están escribiendo un mensaje en el móvil.
También me "ensaguino" cuando la gente no repasa los mensajes y acabas viendo cosas como "caàces" o "cantida" o "trajetas" o "consecente".
Por no mencionar perlas como "osea" todo junto o que pasan de poner tildes.
Y todo eso en menos de diez líneas de texto.
¡Eso sí que ensanguina!
Mi reflexión es la siguiente...
Me parece muy triste que alguien se muestre tan concienciado con un tema un tanto baladí (no estamos hablando del hambre en el mundo precisamente) hasta tal punto de declarar que por ese motivo no ve el telediario, pero que en cambio parece totalmente despreocupado de su propia educación, que es bastante pobre y que a la vista de todos está.
Antes de abrirse las venas, metafóricamente hablando, por algo que probablemente no le afecte directamente (probablemente la mayoría de las veces el canon lo paguen sus padres, no él) debería abrírselas por algo que sí le afecta directamente.
Pero claro, es más fácil echarse las manos a la cabeza que los codos a la mesa.