Como axioma universal que traspasa los límites del conocimiento humano y de cualquier forma de inteligencia superior habida y por haber, más rotundo y categórico que cualquier constante física determinada por el mayor genio concebido en este nuestro planeta Tierra, más verdaderamente verdadero que la constante de la velocidad de la luz en el vacío, máxima que sienta cátedra hasta en el más recóndito lugar de este nuestro planeta y que por puro instinto natural es capaz de destruir a todo al que ose ponerlo en duda, por menudencia que se trate, también tiene paradojas.
Resulta paradójico pues, que uno de los insultos más célebres de la lengua española como hijo de puta duela tanto y penetre con tanta fuerza por nuestros oídos hasta hacernos vibrar nuestros tímpanos con el eco de la palabra puta y llenarnos de cólera desenfrenada.
¿Por qué algo tan obvio e inevitable hace daño? La estupidez humana no tienes límites. Como dijo Einstein en su visita a España, ''no hay más idiota que el que se estremece al ser llamado hijo de puta''.
¿Por qué hijo de puta se considera un insulto si se trata de una verdad universal?
Si todas nuestras madres no son putas, contad la de madres no putas que pueblan este planeta, el axioma no permite semejante estupidez argumental.
Recuerda, cada vez que usas las palabras mágicas, estás incluyendo en ellas a tu madre, hermana, abuela... Sé consecuente con tus actos.