Hoy 21 de noviembre, Ya.com ha enviado a sus clientes, al mismo tiempo que ha publicado en su web, dos nuevas ofertas para velocidades de 1MB, haciendo desaparecer de su abanico de posibilidades las de 512 KB.
A precios competitivos (19,95 la una y 19,95 y 24,95 a partir del séptimo mes la otra) Ya.com trata de asegurarse la permanencia de sus clientes más baratos a través de un compromiso de 12 meses que hasta ahora no tenían.
Una parte de su negocio, como en el resto de ofertas de compañías de ADSL está en las llamadas a móviles, y por ello a todas les interesa la preasignación del cliente.
Pero Ya.com al igual que otras, tratan de obtener otro tipo de ingresos a través de conceptos como la comisión en concepto de "Gastos de tramitación de baja", o del no-prorrateo del mes en el que el cliente decide terminar la relación comercial (a pesar de no prestar el servicio durante ese tiempo). O si no, anuncian en televisión sin ningún miramiento ofertas del tipo 20MB por sólo 29,95 euros cuando a los tres meses comenzamos a pagar el precio real de 42 euros, que arrastraremos el resto de la vida del contrato.
Estamos asistiendo a una guerra de ofertas entre compañías, tras la que a largo plazo nos veremos beneficiados, pero en la que las empresas tratan de sacar el mayor provecho cortoplacista con ofertas ambigüas orientadas a cazar en el impulso al navegante desprevenido.
¿No deberían nuestra administración y los organismos de consumo estar más avezados para ir al ritmo de estas compañías? ¿Es lícito hacer ofertas cuyas condiciones reales no son conocidas por el cliente hasta un instante antes de firmar el contrato (o hacer click en el botón)?
Toni