Confieso que en los 15 años que llevo dedicando mi tiempo a conocer este mundillo,he pagado por software propietario ,pero me he jurado que no lo volvere a hacer jamas.
Por que?
Por dos razones clarisimas:La primera porque ya no me hace falta.La segunda es porque me niego a engorda las enormes fortunas que viven de "estar al dia" en software
Analizemos:
Sobre mi primera razon. Es un hecho incuestionable que los vendedores de hardware promocionan sus productos ofreciendo cada vez más opciones de software pre-cargadas en la máquina que intentan vender
Sobre los SO , ya ni se discute su instalación previa.Si sabes presionar un poco al vendedor en unas horas de charla te traes a casa con el equipo varios CDs de buenisimas aplicaciones por la cara.(solo lo que vale el CD virgen cuando mas)
Ey,ey! .Entonces son ellos los que fomentan la piratería!...No!
De fábrica, y elocuentementes anunciados en las revistas del tema, uno puede encontrar ofertas de equipos (de empresas líderes )con suites de software incluidas suficientes como para dirigir un holding de empresas.
Aha! Entonces son los fabricantes !! ...No!
Nos basta visitar una libreria especializada ,o cualquier kiosco para encontrar que de cada 5 revistas,3 ofrecen versiones gratuitas de programas de una generación anterior a la última que, en la mayoría de los casos resultan mejor para trabajar que las más modernas (y caras),...y si alguna de estas vienen con defectillos tampoco es problema;en la red existen copias "hackeadas" de los originales que funcionan de maravilla.
Ajaja!...la culpa es de los hackers... Ya lo viene diciendo todo el mundo...!!
Lo dudo. Mucho me temo que, en este caso, los "hackers" sean los mismos fabricantes o distribuidores de soft, que de esta manera ponen en el mercado muestras de sus productos, intentando enganchar al usuario para siempre.
Argumentemos sobre mi segunda razón para no comprar software original.
Cualquier programa , cuesta entre 200 y 1.500 (o más) euros en el comercio, con grandes anuncios de las maravillosas prestaciones que ofrecen como mejoras de lo anterior o de alguna especial particularidad, y que además viene en cajas preciosas rellenas de bibliografías y montones de papeles que nos advierten con juicios terribles y recomendaciones absurdas. Pero en realidad, aparte de la idea original, son "maletas" de herramientas que, bajo la denominación de "aplicaciones", no son mas que una serie de rutinas básicas , son los "clusters" creados hace muchos años y que se repiten y entrelazan hasta el cansancio en "nuevos" modelos de acción. Ni hablar de las actualizaciones o nuevas versiones. En general no son más que parches a lo ya hecho, con el agregado de alguna nueva función más o menos útil, o un arreglo a algo que decididamente no funcionaba; todo muy tecnicamente explicado, intentando volver loco al usuario y creandole el "síndrome de la última versión"
No critico a los programadores.Critico, el precio de venta de cada uno de esos "paquetes".
Sin duda, el trabajo es enorme. Pero esto de ninguna manera justifica la gigantesca cantidad de dinero que mueve este particular hecho creativo.
Supongamos , que los editores de Charles Baudelaire para su obra "Las Flores del mal", de la cual se han vendido más de 10 millones de ejemplares en todo el mundo, hubiesen adoptado el sistema comercial del software. Un ejemplar hubiese salido al mercado a un precio de, digamos, 150 euros, en lugar de los 15 que cuesta en realidad, resaltando su importancia en el desarrollo mental de toda una generación. Además, agreguemos el hecho de que el propio Baudelaire(despues de muerto) introduce modificaciones a su texto cada 6 meses y que cada nueva versión costase más o menos 100 euros.
Mucho me temo que don Carlos no hubiese logrado vender ni 100 ejemplares de su "maldito" libro.
Y esto, por qué? Si en definitiva hay tanto talento en la obra de Baudelaire como en un software de aplicación tradicional.
Hay una gran diferencia. El marketing. O, entendido de otro modo, la descontrolada generación de necesidades en el consumidor.
Esta seudo-ciencia comunicacional de crear necesidades y semi-satisfacciones ha llevado a tipos como Bill a erigirses en uno de los hombres mas ricos del mundo ,para muchos un Dios al que adorar ,...ante estos "vivos"unos creen y otros como yo... no!
El pobre Bill se tira de los pelos porque le copian sus programas, y encima lo acusan de monopólico... Que injusticia!!!
Porque me meto con tito Bill?.
Porque en mi argot pirata eran aquellos tipos que surcaban los mares hundiendo a cuanto inocente navío mercante tuviesen a tiro, robando y violando a pasajeras (y pasajeros) con el solo fin de acumular enormes riquezas que luego enterraban en islas desiertas poniéndolas a buen recaudo, lejos de los circuitos de producción y financiamiento de la época.
Tengo la sensación que la figura les cabe más a un Adobe, un Sun o un Microsoft que a mi,o a todo el que "tuesta" un cd.
Yo me siento violado y robado cuando debo pagar miles de euros para obtener muy poco más que una base de datos muy bien presentada, o un conjunto de rutinas que alguien creó originalmente hace más de 20 años, o reestructuras de sistemas operativos que no andan.
Me siento pirateado cuando se me obliga a navegar en un mar informático temeroso que mi reciente y costosamente adquirida versión del HP 5.0 va a producir archivos que el HP 4.0 u otra aplicación similar que posean mis clientes, jamás van a poder ser leídos o interpretados correctamente; y sobre todo, me pongo furioso ante la absurda y tácita teoría de que si no tengo lo último, no existo, y me hundo en este agresivo mar globalizado.
Entonces... Voy y me copio lo que necesito... Al fin y al cabo, el que roba a un ladrón...
Y no me vengan con el tema de la propiedad intelectual y el derecho a explotarla...
Reacciono ante un verdadero ultraje. Un atropello que, ni aún siendo demostrado como virtud, puede convencerme de que moviliza la economía incorporando mano de obra y generando crecimiento.
Vean a Microsoft. En la isla desierta del tal Gates, se halla enterrado un tesoro que, en conjunto, es superior a la deuda externa de algunos hambrientos países, y varias veces superior al presupuesto nacional de otros tantos sin que esta montaña de dinero aporte nada más que algunos artículos en diarios y revistas y la velada promesa de donarlo todo a la beneficencia en el momento que Bill muera (y este seguro que no muere).
En el orden económico particular, y haciendo un sencillo cálculo, puede observarse que el costo de mantenerse actualizado en el software llamado productivo, es varias veces superior a la renta que ese costo permite producir. En otras palabras, siempre se gasta más de lo que se gana, trabajando con software al día.
Ah! Y cuidado con portarse mal!! Quien haya leído alguna vez los mamotréticos "acuerdos de licencia" del software (un eufemismo que intenta legalizar el atropello), no puede menos que horrorizarse ante la cantidad de calamidades que pueden ocurrirle si no sigue las normas.
Esto es, sin duda, por temor al plagio, a la copia, a la competencia en definitiva.
Por qué tanto miedo?
Quizás porque saben, en lo más profundo de sus archivos, que lo que hacen no vale lo que cuesta y temen que finalmente alguien se avive.
Cuando todo se calme, cuando la verdad aflore y el software cueste lo que vale (unas monedas apenas), se va a terminar la piratería (léase - las víctimas).
Mientras tanto, seguiremos copiando como una forma de protegerse ante tan sofisticada y poderosa verdadera piratería.
Por cierto se me ocurre que si todo fuese GNL ,...seria mas dificil no?
PD.Gracias amigo Migone por descubrirme tus "Reflexiones en calma"