La RIAA (el equivalente USA de la SGAE) ha perdido por primera vez un caso de descargas P2P de canciones, por falta de pruebas. La acusada, Debbie Foster, no sólo salió absuelta sino que obtuvo del tribunal que la RIAA pagase las costas del juicio, incluida la factura de su abogado.
Hasta ahora, la táctica de la RIAA (discográficas), la MPAA (productoras de cine) y organizaciones afines había consistido en presentar demandas masivas, a menudo con poco fundamento, como evidencia el hecho de que apenas han logrado condenas y de que han llegado a demandar incluso a abuelitas muertas y a personas que nunca han manejado un ordenador. Estas demandas masivas eran ampliamente publicitadas, en un vano intento por atemorizar a los internautas USA para que dejen de bajarse pelis o canciones. Sin embargo, el uso del p2p no ha parado de crecer en USA, y en el resto del mundo.
Esta sentencia pone en entredicho la viabilidad de dicha táctica, ya no sólo porque no esté deteniendo la expansión del P2P, sino porque a partir de ahora la presentación de una demanda sin pruebas mínimamente sólidas puede significar que el demandante sea condenado a pagar una gran suma de dinero.
Dado que es muy difícil saber quién está realmente descargando en un domicilio, cuando tan sólo se tiene la IP del que descarga, el futuro de la táctica del miedo se presenta bastante comprometido. ¿Pensarán ahora en bajar los precios?. ¿Ha llegado el momento de cambiar de modelo de negocio?.
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