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"La tecnología inalámbrica avanza más allá del Wi-Fi con el Wi-Max
El sistema Wi-Fi, que permite la creación de redes de trabajo sin cables, será sustituido por el Wi-Max, con grandes avances técnicos en velocidad, alcance e interoperabilidad.
FUENTE | Expansión
¿Será 2004 el año en el que despegarán las redes Wi-Max? Al menos, Silicon Valley ya se está preparando para ello. Durante el reciente foro organizado por la Asociación de Comunicaciones Inalámbricas (WCA), el nuevo sistema de comunicaciones inalámbricas de alta velocidad ha sido el centro de atención.
Sean Maloney, director general de Intel Communications Group, ha explicado al detalle la estrategia del grupo. El compromiso del fabricante en favor de esta tecnología no es reciente. Hace un año, decidió unirse al Foro Wi-Max, una asociación consagrada al éxito técnico y comercial de la que forman parte ATT, Covad Communications, Siemens, algunos operadores asiáticos como ZTE (China) o PCCW (Hong Kong), además de numerosas firmas que ya están preparando la primera generación de productos comerciales.
En el congreso de la Asociación de Comunicaciones Inalámbricas, Sean Maloney confirmó que Intel fabricaría los chips para los equipos que reciban la señal de, en principio, las antenas parabólicas y para los propios equipos de redes.
Las ventajas técnicas de la tecnología Wi-Max (Worldwide Interoprability for Microwave Access) relacionadas con el actual sistema de redes Wi-Fi son muchas. Mientras el alcance de una señal Wi-Fi es de unos 30 metros, el del Wi-Max puede llegar a los 50 kilómetros. Además, su rendimiento, pensado para varios miles de usuarios conectados simultáneamente, es especialmente elevado. Esta norma utiliza frecuencias de 2 a 11 GHz -que no están reguladas en la mayoría de los países-, con potencia suficiente como para ofrecer tales rendimientos.
COMPATIBILIDAD TOTAL
La tecnología Wi-Max fue concebida, desde el principio, para convertirse en la red estándar a nivel internacional. Por ello, las redes Wi-Max deberían, de entrada, ser compatibles en Estados Unidos y Europa. Al principio, no fue así con las redes Wi-Fi. Esta compatibilidad permitirá que, en el futuro, los usuarios que cuenten con este tipo de conexión puedan seguir utilizando su terminal. Por otro lado, los fabricantes de productos electrónicos (en concreto, Intel) podrán crear chips para un mercado global. Este criterio es determinante para los industriales, ya que permitirá que los precios bajen rápidamente.
En un primer momento, las redes Wi-Max funcionarán con terminales, conectadas a la red de Internet. Cada una de estas terminales tendrá capacidad para varios cientos de usuarios, que funcionarán como puntos de acceso a las redes de las empresas o de las mismas terminales Wi-Fi.
En una versión de la red dirigida al gran público, los usuarios particulares tendrán que instalar antenas parabólicas similares a las que se utilizan para la televisión por satélite. El sistema, además, está pensado para la interoperabilidad, es decir, para el acceso a todas las redes a las que el terminal permitirá conectarse. En concreto, a las de las empresas. A su vez, el sistema está pensado para asignar de forma dinámica el rendimiento a los usuarios, en función de sus necesidades.
Para preparar el gran lanzamiento de las redes Wi-Max, numerosos operadores trabajan ya en los versiones provisionales de las mismas. En la WCA, varios de estos operadores ya han anunciado las primeras experiencias: BT en Gran Bretaña, Iberbanda en España, PCCW en Hong Kong, o Neotec en Brasil.
LOS PRIMEROS BENEFICIADOS
Los mercados a los que la red Wi-Max está dirigida son muy variados. En primer lugar, se pueden citar los mercados de países en vías de desarrollo. En India y China, por ejemplo, las conexiones fijas de alta velocidad, como el ADSL, serían mucho más difíciles de instalar que las redes inalámbricas Wi-Max. Incluso en los países industrializados, donde las infraestructuras de redes fijas ya están bien desarrolladas, esta nueva tecnología todavía puede hacerse un hueco. Esta red podría constituir una alternativa atractiva para los operadores de redes Wi-Fi que deseen unir sus terminales entre sí y permitir que los usuarios permanezcan conectados. Además, supondría un gran avance para numerosas zonas rurales que aún no están suficientemente comunicadas por una red de alta velocidad del tipo ADSL o por cable.
Pero a partir de ahora se presentará fundamentalmente como una solución alternativa.
Tras la primera generación de productos que llega al mercado, y con la que es necesaria una antena fija en el exterior para recibir la señal, compañías como Intel ya prevén el siguiente paso: El fabricante de chips ha anunciado la incorporación de la tecnología Wi-Max en sus chips dirigidos a equipos portátiles de aquí a un año. Por su parte, Nokia promete incorporar la tecnología Wi-Max a una nueva generación de teléfonos móviles a partir de 2005, y asegura que entonces ya habrá resuelto algunos problemas técnicos, como los que tienen que ver con la autonomía de las baterías.