Vodafone tendrá que indemnizar con 6.000€ a un usuario al que desde 2019 bombardeó con llamadas comerciales a través de su línea fija y móvil para captarlo como cliente, una práctica que la sentencia judicial califica de acoso.
El cliente pidió reiteradamente que borraran sus datos e incluso envió un escrito de cancelación de sus datos. También acudió a Autocontrol, ante la que Vodafone se comprometió a no molestar más al usuario, aunque las llamadas continuaron.
Finalmente en abril de 2021 decidió interponer una demanda para reclamar daños y perjuicios, ya que el acoso estaba afectando a su salud.