El despliegue de 5G, como el de todo el networking anterior, depende de hardware y software nuevos. El hardware que permitirá ese despliegue es básicamente radios y conmutación IP óptica y eléctrica, con interfaces de 100/400G Las radios tendrán que ser tipo soft-radio, reconfigurables, y tendrán que poder usar frecuencias altas. Esa tecnología no es trivial, requiere una gran cantidad de desarrollos, tanto en procesado de señal como en layout de placas, antenas, etc, etc.
El software también tendrá su parte, por supuesto, porque muchos de los protocolos utilizados actualmente tendrán que evolucionar o ser sustituidos. Por ejemplo, los protocolos de enrutamiento IP, o la señalización de control para el establecimiento de conexiones o el acceso a la red.
Actualmente, hay tres centros neurálgicos donde se están desarrollando estas tecnologías: Silicon Valley, Europa y China. En cada uno de estos centros se ha establecido digamos que una cierta especialización. En Silicon Valley se ha dado prácticamente por perdida la batalla hardware en la radio y prácticamente se desarrolla únicamente software y se diseñan interfaces ópticas que luego se fabrican en China. También dominan en la conmutación IP a esas velocidades y en el plano de control, que prácticamente es producción USA con contribuciones menores de Europa.
En China se fabrica todo. Y además, tenemos a Huawei (y en menor medida ZTE) que han invertido una gran cantidad de fondos en el desarrollo del hardware de radio, en el que prácticamente dominan por sus prestaciones y precio. Que el precio esté en buena medida subvencionado con el objetivo de ganar cuota de mercado parece que no esté importando mucho. Pero es que a las compañías que en última instancia desplegarán la red 5G, que son los Service Providers como Telefónica, lo que les importa es rebajar el coste de las inversiones que necesariamente serán más voluminosas, que por supuesto son las de la infraestructura radio.
Y eso nos deja Europa. En Europa tenemos sobre todo dos grandes compañias, Nokia y Ericsson. Nokia no es la de los teléfonos y el juego de la serpiente, es la división de redes, que hace algún tiempo adquirió Alcatel, que a su vez había adquirido Lucent (antiguo Bell Labs) Ericsson es una compañía sueca que se ganó su posición fabricando PBX (centralitas) para las operadoras y a partir de ahí pues ha tenido su época de auge, pero ahora está de capa caída. ¿Qué hacen las compañías europeas? Pues aparte de lo que pueden con sus relativamente pequeñas inversiones en I+D tienen una cosa importante: las relaciones con las Telco. Tienes a Alcatel (ahora Nokia) y Ericsson, en las que el comercial que ahora le vende 5G a Telefónica probablemente le vendió primero centralitas, luego ADSL y después FTTH al mismo fulano, le conoce, se lo lleva a comer una vez a la semana y sabe muy bien cuáles son los resortes que hay que tocar.
Ese es el panorama actual. Desgraciadamente las compañías europeas no son capaces de mantener una estructura de costes competitiva por las rigideces del mercado laboral y sus propias ineficiencias y cada vez tendrán más complicado sobrevivir en un mercado en el que los costes lo son casi todo, porque para las Telco cada vez es más dificil aportar valor añadido. Ahí tenéis la competencia de precios entre las operadoras móviles, al final la razón principal para estar en una u otra es el precio de los servicios.