Vodafone tendrá que indemnizar con 900 € a un cliente que contrató su ADSL y al que no pudo dar servicio por cuestiones técnicas. Aún así, la operadora no ha podido acreditar ante el juez que el usuario realmente le debiese los 23,40 € por los que contrató a la empresa Konecta para acosarlo con hasta 8 llamadas diarias a su móvil y al fijo de su domicilio para presionarle para que pague.
La sentencia, excepto en la penalización económica, es bastante dura con Vodafone, a la que llega a acusar de "ejercer violencia psicológica" y utilizar el hostigamiento para forzar el pago.