Efectos, efectos, efectos..., la madre que los parió.
El baremo para medir la vida inteligente en el Universo sería la racionalidad en el aprovechamiento de los recursos disponibles, no en los elementos decorativos que tanto le gusta a los niñatos pijos canis del Bajo Barbate.
Lo que importa es el contenido, no la forma. Por ejemplo, pongo en marcha la computadora y uso xcal para hacer una operación matemática. A mí lo que me vale es que me muestre el resultado de esa operación usando los mínimos recursos necesarios, no que me muestre los números en colorines, meneándose y bailando al son de la música de Kraftwerk.
Si en este planeta la gente fuese inteligente dejaría de usar los efectos especiales, pero la gente no da para más y así nos luce el pelo.
Efectos, efectos, efectos. Hay que ver el daño que Ubuntu está haciendo a la comunidad informática, que de tanto emular a Windows ya casi que lo supera en estupidez.
¿Me compro un PC de última generación con tarjeta gráfica de un millón de teras para ver los "efectos pijos"? A MAMARLA. A mí lo que me importa es que las cabras den leche, no que mientras ordeñas las cabras salga la leche haciendo payasadas gráficas. País.