El principio del radar se basa en el análisis de la reflexión de las ondas que se produce al chocar estas con los objetos físicos que se encuentra en su camino. Dos investigadores de la Escuela Universitaria de Londres han desarrollado un detector que es capaz de analizar las pequeñas variaciones de frecuencia (efecto Doppler) que se producen cuando las ondas emitidas por un router WiFi chocan contra los objetos.
Con esta información es capaz de detectar objetos en movimiento, como un cuerpo humano, y saber donde está situado detrás de una pared, su dirección y velocidad. La investigación es la base para el desarrollo de dispositivos que podrán ser utilizados por las fuerzas de seguridad para visualizar los movimientos de las personas dentro de los edificios. Además, como actúa de forma pasiva utilizando las señales WiFi existentes, es indetectable.