TeliaSonera, el grupo sueco propietario del 76,6% del cuarto operador español Yoigo, ha descartado, probablemente de forma definitiva, la venta de la operadora.
a decisión abre un nuevo escenario en el mercado español de telecomunicaciones al acabar con la incertidumbre que suponía la posibilidad de que la compra de Yoigo desequilibrase las posiciones actuales del mercado y al mantener, sine die, el elevado nivel de competencia actual en el mercado móvil con cuatro operadores. La compra de Yoigo por parte de Vodafone hubiera llevado a ésta a igualar prácticamente el tamaño actual de Movistar, el líder.
Por el contrario, si hubiera sido adquirida por Orange, el tercer operador, éste se hubiera equiparado en tamaño y facturación a Vodafone, igualándola en el segundo puesto.
La decisión de TeliaSonera se ha tomado a pesar de que las ofertas económicas de los dos grupos aspirantes a hacerse con Yoigo -Vodafone y Orange-, prácticamente habían alcanzado lo que exigía el comprador, es decir, el entorno de los mil millones de euros por el 100% del grupo, equivalente a unos 300 euros por cliente.
Entre las razones que han provocado la decisión por parte del grupo sueco figuran las condiciones que los dos grupos aspirantes, Vodafone y Orange, habían impuesto en sus ofertas económicas. Estas condiciones buscaban proteger a los compradores del riesgo regulatorio que podía afectar a la operación.
Es decir, las ofertas económicas rebajaban la cantidad a cobrar por TeliaSonera, dependiendo de escenarios hipotéticos en los que las autoridades regulatorias, españolas o europeas, obligasen al comprador a devolver frecuencias radioeléctricas al Estado o bien a establecer condiciones más favorables y obligatorias para los operadores móviles virtuales.
Eso fue lo que ocurrió en Austria a iniciativa del comisario de competencia Almunia a raíz de la compra de la filial de Orange por parte del grupo chino Hutchison. Sin embargo, TeliaSonera exigía un acuerdo limpio, sin ningún tipo de condicionante que pudiese reducir la cantidad a cobrar en función de la actitud de los reguladores lo que ha acabado de frustrar la operación.
TeliaSonera no tenía una gran presión financiera por vender la filial española, que es la que más crecimiento en clientes y en ingresos está aportando al grupo en los últimos años. TeliaSonera tiene la deuda controlada a un nivel de 1,6 veces ebitda, por debajo de la media de la industria.
La decisión de vender Yoigo se trataba, más bien, de una decisión de la actual dirección, que consideraba el negocio español demasiado alejado estratégicamente del rumbo que han tomado los intereses del grupo sueco, volcado en los mercados escandinavo, báltico y de Eurasia, especialmente de países de la antigua URSS.
La compañía sueca ha publicado hoy un comunicado en el que señala que continuará el desarrollo del grupo español. Según la operadora sueca "TeliaSonera ha decidido continuar con el desarrollo de su operador Yoigo en España. Como un grupo alternativo con un claro liderazgo en una estrategia enfocada a los precios, Yoigo ha disfrutado de una impresionante expansión desde que fue lanzado en 2006 y la compañía alcanzó 3,7 millones de abonados al cierre del ejercicio 2012".
"Yoigo tiene un gran potencial para un mayor desarrollo, pero como su estrategia no se ajustaba exactamente con la nuestra, estuvimos dispuestos a desinvertir si nos ofrecían un precio que reflejase plenamente su potencial futuro. Como este requisito no se ha cumplido, se ha interrumpido el proceso de ventas y esperamos continuar desarrollando la compañía ", señala Per-Arne Blomquist, el consejero delegado interino de TeliaSonera en el comunicado.
YOIGO NO SE VENDE