Según publica El País, se replanteará las inversiones y el calendario de despliegue de su nueva red de fibra óptica si no se modifica la propuesta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que le obliga a compartir su infraestructura de red con otras operadoras en todo el territorio nacional salvo en nueve municipios.
En concreto, la operadora española entiende que la normativa pone en peligro la rentabilidad de las inversiones así como los miles de puestos de trabajo creados para el desarrollo de las nuevas infraestructuras. Considera, además, que la decisión del supervisor desincentivará la competencia en redes al apostar por un modelo "parasitario" en torno a la red de Telefónica similar al vigente para el ADSL.