Parece ser que las negociaciones de Telefónica con Vodafone ya están muy avanzadas. Eso sí, a cambio de un buen precio, Telefónica va a exigir que la red HFC se desmantele. Creo que es un trato bueno para ambas partes.
Por un lado Vodafone va a bajar su coste de mantenimiento por usuario y no necesitará realizar inversiones para equiparar sus ofertas con la competencia. Por otro lado Telefónica se asegura la rentabilización de su red de fibra óptica mediante su uso por parte de otra operadora.
Es casi una fusión encubierta. Se unen las infraestructuras fijas pero la móvil y la comercializadora siguen separadas. Al final Vodafone se quedará con la parte comercial que es la que más le gusta a los directivos.
La red IP es otro activo que permanecerá en Vodafone aunque quedará en segundo plano ya que nunca ha presumido de ella ni la ha potenciado.
Imagino que este movimiento se produce por la imposibilidad de vender el HFC a buen precio y con un buen contrato de pago por uso.