Y software no gratuito.
Pero si mañana cambiaran esas leyes que, merced al derecho a la copia privada, hacen de España un paraíso para los descargadores (eso sí, algunos siguen siendo tan protestones que parece que estuvieran en un país duro de verdad al respecto), todos esos no-delincuentes pasarían a ser delincuentes.
En todo caso, a lo que me refería con lo de "excluyentes" es que esto no es una elección buenos-malos. Entre los radicales del copyright hay sinvergüenzas y vividores, como hemos comprobado en muchas ocasiones y en este mismo suceso; mientras que también entre los "todogratis" los hay que no sólo descargan, sino que encima lo justifican e intentan darle una pátina de moralidad.
Yo descargo obras sujetas a copyright, lo reconozco sin problema. Pero no soy tan cínico como para ir enarbolando la bandera de la inocencia.