Según una nota de prensa publicada por Starlink el día 8, una tormenta solar les ha obligado a desechar al menos 40 de los 49 satélites lanzados el 3 de Febrero.
El 3 de Febrero Starlink procedió al lanzamiento de un Falcon 9 desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, con una flota de 49 satélites en su interior.
Este lanzamiento se produjo pese a la existencia de una alerta por eyección de masa coronal, publicada por la NASA y NOAA tras detectarse el 29 de Enero una eyección y advirtiendo que sus consecuencias continuarían el 3 de Febrero en una "fase de debilitamiento".
A pesar de esta alerta, Starlink decidió continuar con su lanzamiento y dejar los satélites orbitando en una posición de seguridad, hasta que los efectos de la tormenta solar decayeran. Los satélites de Starlink orbitan la tierra en una Órbita Polar a muy baja altitud (LEO), lo que los deja dentro de la magnetosfera de la tierra, protegidos de las emisiones electromagnéticas de alta energía que pudieran causar problemas a sus componentes electrónicos .
Con lo que parece que no contaron suficientemente los técnicos de Starlink ha sido con los efectos que este tipo de tormentas solares en la termosfera, zona de la atmósfera donde se sitúa la constelación. La radiación que constituye una eyección de masa coronaria no solo incluye radiación electromagnética que puede ser repelida por la magnetosfera, sino que también incluye un gran número de protones que son absorbidos por la termosfera. Al contacto con los gases de esta aumenta su densidad.
Ese incremento de densidad aumenta el rozamiento al que se han visto sometidos los satélites estacionados en posición de seguridad, reduciendo su momento y por tanto modificando el rumbo que han seguido durante estos días.
Los satélites de Starlink disponen de unos propulsores Iónicos de efecto Hall basados en gas Krypton que les permiten cambiar su órbita y realizar ajustes durante su vida útil.
Cuando Starlink ha decidido que era seguro indicar a los satélites que iniciaran la maniobra de inyección hacia su órbita definitiva, se ha encontrado con que la mayoría de ellos no tienen combustible suficiente para llegar a su destino y mantener una mínima vida útil o que directamente han decaído a una altitud que les impide extender los paneles solares necesarios para hacer funcionar los propulsores.
Este problema no solo cuestiona la decisión de realizar el lanzamiento en medio de una alerta, sino que también se está cuestionando el uso de Krypton para los propulsores iónicos. Starlink esta usando ese gas en vez de el mas común Xenon tras decidir que no necesitaba la diferencia de impulso específico que conlleva. Probablemente si los motores iónicos usarán Xenon, ahora no habría perdido un lanzamiento casi completo.
Al menos Starlink está demostrando que se trata de un operador responsable y que ante este problema sus satélites se desorbitan de forma controlada. Pero seguro que su intención no era hacer esta demostración, sino rentabilizar un lanzamiento y un conjunto de satélites que suman un coste nada baladí.