Un muy interesante artículo publicado en Blogoff, con unas curiosas reflexiones de un creador de software.
En alguna ocasión ya he comentado que pirateo software, es decir, que uso aplicaciones de pago sin pagar. No me siento orgulloso de ello (como toda esa gente que se baja los discos de cinco en cinco mientras van predicando a boca llena que el modelo de negocio de la música está obsoleto) pero lo reconozco abiertamente. Y es que, dado que mi dinero es limitado prefiero gastarlo en cosas que no puedo obtener gratuitamente con facilidad.
En estos debates a menudo se enfrentan posiciones muy extremas y la verdad es que siempre me ha costado encontrar opiniones sosegadas, por un lado están los que consideran una herejía piratear software (generalmente porque viven de ello, mientras su iPod ha sido cargado de música en la iTorrent Store sin mayores remordimientos) y por otro lado están quienes consideran que por tener piratón el Adobe Photoshop CS4 (aunque luego no lo sepan usar) se merecen un Oscar en honor a toda su carrera.
El caso es que entre toda esa maraña puntiaguda hace algo más de un año que encontré una opinión que realmente creo que merece la pena leer, sobre todo porque viene de alguien directamente implicado, César Tardáguila un desarrollador (con un precioso photoblog, por cierto) de aplicaciones para Mac y iPhone bajo el nombre de bambooapps que cuenta sus pensamientos sobre como proteger su software, los sistemas anticopia, números de serie y demás obstáculos a la barra libre.
No soy muy de fusilar las cosas de otros pero el cuerpo me pide plantar aquí el post completo de César sólo para que así lo lea más gente. Así que como digo, por pura difusión voy a tomarme la licencia de dejar aquí algunas de las ideas de esa entrada porque, ya digo, son exactas a las que siempre he tenido en mi cabeza.
Hay que asumir que hay quien nunca va a comprar tu programa, ni cualquier otro. Punto pelota. No importa el precio ni la lista de funcionalidades, ni si es fácil o no de usar. No importa nada. Hay quien nunca va a gastar dinero en software, y no importa el porqué de su decisión.
Uno no está en la situación de poder hacer lo que hacen Adobe, Microsoft o Apple, y pedirle al usuario el dinero por adelantado, antes de que pruebe el software. Por eso, lo lógico, lo razonable, incluso lo mejor a largo plazo es llegar a un acuerdo claro y sencillo: yo te doy una copia de mi programa, tú la pruebas 30 días, y se te gusta lo que has visto me das 13 dólares. No me importa lo que hagas con el programa pasado ese tiempo, no me importa que lo uses en uno, dos, tres o treinta ordenadores. Obviamente, preferiría que si lo vas a usar en 30 ordenadores me pagaras 30 veces, pero tampoco me voy a meter en eso.
Dice el refrán castellano que no se pueden poner puertas al campo. En el mundo en el que vivimos no se puede pretender crear una protección anticopia inviolable.
¿Hasta qué punto merece la pena complicarse intentando lo imposible? En mi caso, el límite está claro. Hago lo necesario para que esas personas a las que habitualmente nos referimos como "usuarios medios" crean que su única salida para seguir usando la aplicación, una vez pasado el período de prueba, sea pagar. A partir de ahí, cualquier esfuerzo es en vano. Siempre va a haber alguien que va a encontrar la forma de romper cualquier muralla que yo crea haber construido.
Por eso, creo que no merece la pena intentar construir esa muralla, y sí dedicar parte de ese tiempo a implementar cosas útiles para los usuarios de la aplicación. Que para eso han pagado, por cierto.
Y a ese tipo de usuario hay que cuidarle, sin marearle con procesos de activación ni de validación de licencias complicados, sin limitarle el uso del programa, sin considerarle un ladrón a priori.
¿Lo demás? Lo demás me da igual. No me importa si mi aplicación termina en mininova, no me importa si hay cuarenta números de serie por ahí corriendo. Podría hacerlo sin mucho problema, pero no voy a bloquearlos en siguientes versiones. ¿Por qué? Porque no creo que me estén robando, ni que me estén haciendo perder dinero. ¿Qué dinero pierdo yo porque alguien use mi programa sin pagarme por ello? Ciertamente, dejo de ingresar algo, pero no ingresar no es lo mismo que ser robado.
Creo que si más gente tuviera las ideas así de claras y razonables nos iría todo mucho mejor en la ya cansina guerra de la piratería, los P2P, la SGAE, Ramoncín y demás rollos.