Durante unas vacaciones familiares en Marruecos, el hijo del ministro de Sanidad de Escocia, Michael Matheson, utilizó el iPad oficial de su padre para ver partidos de fútbol. Recibiendo el Parlamento Escocés una factura de casi 13.000 euros en concepto de itinerancia de datos.
La polémica y el escrutinio público generado por la factura, le ha llevado a tener que reembolsar de su propio bolsillo el dinero que había asumido el erario público. Habiéndose reconocido un uso no oficial que inicialmente se había negado, y que ha resultado en su dimisión.