¡La hostia! Hasta con la alimentación juegan con la letra pequeña, como si fuese un contrato para ADSL.
Voy al super y cuando compré esas anillas de calamar a la romana que vienen congeladas en una bolsa, encontré unas que eras más baratas que las que siempre adquiría en otras ocasiones. Las estoy cenando y noto un cierto sabor raro. No es que tengan mal sabor, pero saben diferente, un poco raro y además las anillas son más blandas que de costumbre, bastante más blandas.
¡Coño, qué pasa aquí! me dije. Voy a la nevera y me pongo a ver el envase con lupa. Los colorines y las fotos del envase son como siempre, se ven unas anillas de calamar, pero me doy cuenta que en esta ocasión pone... "Anillas a la romana", no pone que sea calamar, no dice "Anillas de calamar a la romana"... raro, raro, raro. Me pongo a ver el contenido, leyendo los ingredientes, que por cierto vienen en letra muy pequeña... y observo que en lugar de calamar pone "pota". O sea, que me estoy zampando anillas de pota a la romana. Claro, por eso era más barato el puto envase, porque no contiene calamar, contiene pota.
Joder, que putada, pero una putada legal. Ellos no engañan, pues en ningún sitio pone "calamar". Sólo pone "Anillas a la romana! pero al ver las fotos del envase das por hecho que es calamar, vamos una tomadura de pelo, pero legal, legal, legal.
Bah, al final me voy a aficionar a las potas y todo, y las preferiré antes que el calamar.
Sí, a las putas estoy aficionado también, pero esa es otra historia.