La red WiFi/WiMAX de Santiago de Compostela es un ejemplo de lo que puede pasar cuando no se planifica correctamente el despliegue de redes públicas por parte de la administración, primando criterios políticos por encima de la viabilidad económica y el análisis de la demanda real.
Tras cuatro años en marcha, el ayuntamiento está buscando una empresa privada que quiera hacerse cargo de la red, para evitarse los 16.000 € anuales que cuesta su mantenimiento. El interés de las operadoras es nulo, principalmente porque después de todo este tiempo hay muy pocos usuarios utilizando el servicio y la demanda es prácticamente nula.
Parte de la culpa la tiene el precio, ya que la mensualidad es de 39 €, un importe por encima del precio medio del mercado para una conexión de prestaciones similares.