¿Me podrías exlicar cual era tú problema?, que te impulsó a
denunciarlo a la Oficina de Defensa al Consumidor y ¿como
te lo resolvió de rápido?.
Pues no creo que fuera, ni muchco menos de la gravedad del mío, pues supuestamente, a mi me han estafado a gran escala, en la facturacion de varios y por estar los mismos
domiciliados de toda la vida, supuestamente, se han llevado de mi cuenta corriente tal cantida de euros, que han dejado
completamente atónita y al mismo tiempo con un disgusto
que me está costando una enfermedad.
Denuncié al 1.004. Debo de decir que el mismo comercial, español, que me atenció, se asustó de lo reclamado por mí
ya que al darle mis datos lo vio, personalmnte reflejados en su ordenador. Me manifestó que seguramente habría habido un error, pues no podía ser, tal disparate, correcto. Me asignó, él mismo y al al instante un nº. de reclamación, el cual me dijo que era el que mientras duraran mis gestiones debía de poner siempre, si era por escrito o decirlo de palabra,. si era por telefóno.
Pero insistió, repíto, amablemente, pues ya no he vuelto a encontrar otro comecial igual, en que si dentro de una semana Telefónica me lo había solucionado, pues ya había tenido otros casos similares, pero de inferior cuantía y había devuelto los euros cobrados indebidamente a sus abonados volviera a llamar de nuevo al 1.004, pero sin olvidar de dar el nº. de reclamamación, que me acaba de proporcionar.
Paso una semana y dos también y no pasaron más porque
fuí yo, como perjudicada, la que les volvió a llamar. A partir
de entonces, ya no se las llamadas que llegué a efectuar al citado nº., para mí eso era lo de menos. El caso es que recibí en contestación a mis continuas llamadas, una escueta carta impresa de Telefónica, cuantro lineas redactadas, tipo standar, diciéndome que habían repasado mi reclamación y no habían hallado en la misma nungún error, por lo cual no procedia devolución alguna.
A continuación, con todo descaro me ofrecian todo tipo de servicios, de los nuevos que venden en la actualidad y que a mi no me hacían ninguna falta, por ser buena clienta y estar los mismos en promocio.
Y se depedian saludándome muy attte
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Como es natura, no me conformé con dicha contestación a
mi justificada reclamción y volví a llamar, he perdido el nº. de veces que lo hice, a citado 1.004. En donde ya parecía que se pasaban mis reclamaciones por el forro. En uno de tantos día, que llegué a llamar, como nunca se coincide, ni por casualidad con el miemo comercial. Cuando toda enfada y al mismo tiempo nerviosa traté de explicar a la srta. que
le tocó atenderme en ésta ocasión, me cortó de una menra
tajante, diciédome que no le explicara mis problemas que
la podían hacer sufrir y ella no tenía necesidad de ello, que
me limitara a darle le mi nº- de reclamción y miraria como
estaba el asunto.
Así que pro lo visto. yo que soy abonada de telefónica desde hacer más de 40 años y la he defendido de cara a mis amistades, cuando una tras otra, por algún que otro pequeño problema se han ido cambiando a otras compañías y me animaban a que lo hiciera también, pero les yo les contestaba que yo preferia la Cia, Telefónica clásica, de toda la vida, que cambiarme a una nueva que a lo mejor me podía salir con algún problema.
¡¡Pues me han recompensado bien mi lealtad y no veas como!! Ya que el posible problema, que yo creía podía llegar
a tener si me cambiaba a una nueva compañía, me lo ha
proporcionado aquella a la que yo siempre he defendido.
Entoces, cansada ya de llamar al 1.004 y recibir cartitas, similares a la que he descrito anteriromente, me acabé de enfadar del todo y decidí emprender en primer lugar y por no ser una persona problematica ni liosa, al no haber tenido la suerte de las personas que me comentó el 1er. comercial,
dirigirme a la Oficinan de Defensa al Consimudor en 1er,
lugar. Dond eedobo manifestar haber sido atendida correctamente y con rapidez. El Sr. que me atendió, se
qudó, con todas las fotocopias de mi expoediente y me dijo
que ya procederian a ponerse en contacto con la Cia, en
cuestión
Lo hizo y me dijo que se les había contestado por corrreo,
carta que me adjunrtaba, que mi reclamción no era procedente por no existir en la msima ningún eror.que todo era correcto y que si no estaba de acuerdo se lo comunicara
a dicha Oficina, `por correo, para proceder a reiterar nuevamente mi reclamción a través de la Junta Arbitral de consum, a la que se suele recurrir con el ánimo de que las dos parte lleguen acuerdo de conciliación.
Pero lamentablemente telefónica no se ha avenido a aceptar
dicho arbitraje, el cual no no sé si e obligatorio o no, y nueva
mente recibí una carta ya de la Junta Arbitral, acompañada
de fotocopia de la que Telefónica les había dirigido a ellos y
como no hay quien la entienda, pures en su texto hay un sin fin de contradiciones, que no entiende ni la ,msima junta, cunado yo les llamé por telefóno y se las expliqué, que hemo
seguido adelante nuevamente, a través de dicha junta, a ver
si se soluciona o no. Hasta la fecha noe he vuelto a saber nada, de momento. Pues mi carta (certificada en ésta ocasión) la remití a dicha Junta el pasado 18 de Diciembre.
Y estoy pendiente de recibir noticias suyas y si Dios me
ayuda, que las misma sean positivas.
Y no me tenga que ver obliga yo, que soy una persona
pacifica y no me gustan los problemas, el tener que recurrir
a la solución del que me atañe, supuestamente, tan grave económicamente, por la vía judicial, según el coste a que me
pueda ascender tanto el abogado, como las costas del juicio,
en el supuesto de que encima lo perdiera. Pues si lo ganase
sería como sime hubiese tocado la loteria. Y eso nunca me
ha pasado.
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Debo de hacer constar que telefónica es consciente, porque de entre tantos comerciales que he llegado a contactar, han sido, varios, incluso alguno, que a su propia familia le ha ocurrido algo similar a lo mío, pero no de tanta embergadura y también que no paran de recibide reclamciones, una strás otra y por supuesto siempre relacionadas, la mayoría por motivos económicos y también
de otro tipo.
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Pero por lo visto a ellos no les simportanmos nada, lo suyo es vender y verder, pues ése es su negocio, pero de lo que venden dibieran cobrar el precio correcto y no timar y estafar, supuestamente, a la gente honrada como lo vienen
haciendo, siempre supuestamente.
Recibe cordiales saludos de una supuesta, timada por
Telefónica a secas.