Se trata de un contrato, repartido en tres lotes, para dar servicio durante tres años a la Administración pública gallega, por un máximo de 39,2 millones de euros, que era el importe por el que el Consello de la Xunta dio luz verde al concurso el pasado febrero. A la puja por todos esos lotes concurrieron Movistar, Vodafone y R, y el 5 de agosto la Axencia de Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega) resolvía el proceso. Los dos primeros lotes, por un máximo de 33,3 millones, eran para R, que se encargaría de la red corporativa multiservicio y de la telefonía fija. Y el tercer lote, por un máximo de 5,8 millones, para Vodafone.
Telefónica (que acudía con sus divisiones Telefónica España y Telefónica móviles) presentó de inmediato un recurso pero finalmente la multinacional española ha decidido no seguir adelante con su batalla. La semana pasada, cuando se vencía el plazo para que diera una respuesta definitiva tras conocer la valoración de los técnicos que otorgaron a sus rivales los lotes, Telefónica optó por dar un paso atrás.
Por tanto, ahora habría que tramitar de forma definitiva el contrato para R y Vodafone. Se encargarán de dar servicios de telefonía, Internet y mantenimiento a unos 3.000 centros dependientes de la Xunta (incluidos casi 1.400 centros educativos).