Traducido de TechRepublic, el autor es Robert Vamosi
Querido Internet Explorer:
Hemos terminado. Nuestra relación simplemente no funciona desde hace ya un tiempo, y he tomado una decisión. Te dejo por otro navegador.
Sé que no es un buen momento (estás enfermo a causa de un nuevo virus, espero que te mejores pronto, de verdad), pero yo también debo continuar con mi vida. El hecho es que, en el tiempo en el que te he conocido, casi siempre has estado afectado por alguna clase de virus o de gusano. Deberías ir al médico.
De modo que, no puedo continuar con esto por más tiempo. Sé que siempre dices que intentarás arreglar las cosas, que la próxima vez todo irá mejor, pero eso ya lo dijiste la última vez, y la anterior. Siempre te creí.
Pero esta vez no.
La verdad es que no hay nada más que puedas decir para mejorar las cosas. Sé lo tuyo con Windows. Dices que ya no os estais viendo, pero no me lo creo. Dices que puedes vivir sin Windows, y he oido que Windows puede vivir sin tí, pero sé que eso no es cierto.
¿Qué hay del correo HTML en Outlook? Cada vez que hay correo nuevo, corres para ayudar a Windows a que lo muestre. ¿Y el HTML en Word? Otra vez tú. Y no me hagas que te cuente las largas noches que has pasado creando thumbnails con Windows Explorer. Estais liados y, qué, ¿se supone que debo mirar a otro lado?
Y otra cosa, te has vuelto perezoso y descuidado. ¿Cuándo fue la última vez que te pusiste una nueva funcionalidad? ¿Hace dos años? ¿Tres? Mientras tú te duermes en los laureles, mientras pasas los días poniéndote parches en todos los fallos, como si tu código fuente fuera un colador, Internet ha cambiado. Mucho.
Las pasadas navidades te regalé un lector RSS gratuito, Pluck, y parecía que te gustaba, con noticias apareciendo de tanto en cuando para que estuvieras entretenido e informado. Me hizo pensar que tú y yo podíamos arreglar lo nuestro. Pero, al final, simplemente no funcionaba, realmente no era parte de tí.
Cuando mencioné que me gustaría ver más de una página al mismo tiempo, te reíste, dijiste que no se podía hacer. Bueno, ahora sé que no era verdad. Opera, Netscape, y también Firefox, todos pueden hacerlo. Lo que pasa es que no quieres hablar de cambios.
Y cuando quieres hablar de ello, sólo lo haces para hablar de otro. Alguien en especial: Windows. No lo niegues. No lo pensaste dos veces cuando Windows XP SP2 te ofreció su nuevo y reluciente filtro de pop-ups. O te dio un nuevo cortafuegos. Sé que Windows te ha prometido que evitará los desbordamientos de buffer, pero eso lo creeré cuando lo vea.
¿Y qué has hecho tú por mí ultimamente? No quiero tener que actualizar mi sistema operativo sólo para tenerte contento. Menuda carga.
Lo sé, he intentado cortar otras veces, y siempre he vuelto, pero eso es porque no había podido encontrar el navegador adecuado para continuar. Quiero un navegador independiente, uno que pueda existir por sí mismo sin depender de un sistema operativo. Lo que quiero es un navegador fiable y seguro, que pueda manejar los últimos contenidos y que no se cuelgue. Quiero transparencia. Quiero código que realmente signifique algo.
Y lo he encontrado.
Con Mozilla Firefox, al menos sé en qué punto me encuentro. El código es abierto, escrito desde la base, limpio en lugar de reciclado. No más motivos ocultos. Al menos sé que cuando hay un fallo en Firefox el navegador me avisa en la barra de herramientas. No me intenta ocultar sus fallos, esperando hasta el segundo martes del mes para ofrecerme un parche para un fallo que lleva ahí desde hace ya medio año.
Puedo llevar a Firefox con mis amigos de Mac y Linux, y todo el mundo se lleva bien. Prácticamente ya no hablas con los Macs, y siempre te vas de la habitación cuando Linux aparece. ¿Por qué? ¿De qué tienes miedo? En serio, ¿un navegador de tu edad intimidado por un pequeño sistema operativo? Creo que tu esnobismo dice mucho acerca de lo que va mal en nuestra relación.
Así que: Adios. Sé que te irá bien sin mi, siempre lo has hecho. Seguro que habrá alguien que te encontrará mono e interesante. Simplemente no seré yo.
A veces, cortar puede ser fácil.