Buenas
No he tenido que hacer nada en las últimas horas, así que le he estado dándole vueltas a la cabeza y se me ha ocurrido una tontería que tiene su lógica.
Apagar un ordenador que haya estado funcionando por un largo periodo de tiempo puede dañar físicamente al procesador, debido a las temperaturas que puede llegar a coger.
Me explico.
Supongamos que hacemos un largo viaje en coche. Hemos ido todo el camino a una velocidad relativamente alta. Llegamos a nuestro destino y nos bajamos del coche. ¿Qué ocurre? Pues que el ventilador del automóvil sigue funcionando para seguir enfriando el motor, ya que estando el coche en marcha dicho motor se ventilaba tanto con el ventilador como por el aire que le entra a través de las rejillas que hay en todos los capós de los coches. Al apagar el motor, evidentemente, éste deja de producir calor, pero también tiene dificultades para disiparlo y su temperatura aumenta hasta que transcurre cierto tiempo. Más tarde, el ventilador se para.
Pues he trasladado este caso a los procesadores. En concreto a aquellos que tienen un ventilador que no va muy sobrado (tratándose de los AMD, los que lo tienen por encima de 52º en idle). Cuando apagamos el ordenador, también se paran todos los ventiladores del equipo. Seguro que el procesador (no sé durante cuánto tiempo) aumenta su temperatura, y en el caso concreto de los AMD que he citado (52º idle) sobrepasarán los 60º. Siguiendo la analogía con el ejemplo de los coches, también deja de circular electricidad por el procesador y éste no "fabrica" más calor, pero tras haber estado funcionando durante un largo periodo de tiempo, y al perder de repente toda su ventilación, la temperatura puede subir bastante.
Un motor de un coche puede sobrepasar los 100º C en funcionamiento (cuando el agua comienza a hervir y tiene que enfriarse de nuevo en el radiador), y lógicamente eso no pasa en los ordenadores (bueno, simpre que no se les quite su disipador/ventilador estando en marcha, como el de tomshardware.com). Pero también un procesador es infinitamente más frágil que un motor de coche, todo de metal.
Bueno, pues esa era mi reflexión pajera mental.
Saludos