La operadora de telecomunicaciones ha perdido el 40% de su valor en Bolsa en los últimos nueve meses
«Es imaginable, se ha convertido en un riesgo evidente y tendría cierta lógica para alguno de los grandes operadores que se disputan el mercado nacional, pero la presencia de Kutxabank, con un 25% de las acciones en sus manos, hace que una operación hostil sea poco probable», asegura un alto cargo de Euskaltel para valorar algo que el sector de las telecomunicaciones observa con atención en las últimas semanas. La pérdida de valor de Euskaltel en Bolsa -un 40% desde su cotización máxima hace tan sólo nueve meses y un 17% desde su salida al mercado en el verano de 2015-, ha situado a la empresa vasca en el radar de las hipótesis en torno a una OPA hostil.
Euskaltel vale en estos momentos 1.200 millones de euros, una cifra que corre el riesgo de convertirse en una referencia cabalística. Esa cifra representa también la valoración que se le dio a la gallega R en el momento de ser incorporada al grupo y también el valor de la empresa en junio de 2015, en el momento de su salida a Bolsa. Pero entre la Euskaltel de junio del pasado año y la actual hay una diferencia sustancial, precisamente porque en el camino su tamaño ha crecido de forma sustancial al incorporar R, empresa por la que se pagaron 900 millones de euros y de la que se asumieron 300 millones de euros de deuda. En síntesis, es mucho más grande pero vale lo mismo.
El sector de las telecomunicaciones está en constante ebullición y es como un acordeón. En España se pasó del monopolio a una explosión en el nacimiento de nuevos operadores y ahora estamos en la fase de vuelta atrás, con una concentración de empresas. «Para alguien como Vodafone, por ejemplo, que pretenda reforzar su papel de segundo operador en España, Euskaltel puede ser a estos precios un bocado apetecible», señala un experto del sector. La pasada semana las acciones de Euskaltel tocaron suelo hasta cotizar a 7,690 euros por título al cierre de la sesión del miércoles. El radar de la especulación, el registro de 'posiciones cortas' de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, apunta hacia un mayor deterioro del valor en el corto y medio plazo. Las posiciones cortas sobre Euskaltel, la apuesta de los inversores a que la empresa perderá valor, han aumentado de forma significativa a lo largo del mes de agosto.
En la actualidad, Kutxabank actúa como socio de referencia de la operadora y el Grupo March ha asumido también un papel similar con el 10% de las acciones. Haciendo un esfuerzo mental importante se puede llegar a meter en el mismo saco al banco gallego Abanca, que posee el 5,3%.
Entre ambos apenas suman el 40%, un porcentaje que difícilmente sería contención suficiente ante una oferta tentadora por parte de una multinacional del sector. Incluso, si bien al banco vasco se le suponen factores emocionales, casi patrióticos, ante una OPA hostil, nadie duda que que para March la presencia en Euskaltel es una inversión pura y dura, sometida únicamente a rigurosos análisis financieros. El objetivo es obtener dividendos o plusvalías, que lo mismo da. Un planteamiento idéntico al del resto del accionariado, plagado de fondos de inversión entre los que han comenzado a cundir a las dudas.