Nadie ha negado que las soluciones IPTV y OTT resulten más baratas que todo el proceso de radiodifusión de señales de Uplink y Downlink a los transpondedores de un satélite en régimen de alquiler, es evidente. Especialmente en el modelo horizontal OTT.
Por eso el mercado del cable favorece modelos de negocio accesibles a operadores más pequeños, mientras que la comercialización de un servicio de TV de Pago por Satélite de radiodifusión directa (DBS = Direct Broadcast Satellite), suele estar en manos de grandes grupos de comunicación que descansan sobre una actividad editorial (PRISA, Vivendi, NewsCorp, ...) o de fabricantes tecnológicos (Echostar, Hughes, NDS ...), con el suficiente poder como lobbie y músculo financiero para permitirse modelos de integración vertical en términos de distribución y producción de contenidos, o bien firmar contratos leoninos de doble iluminación durante 14 años (hasta 2017) en flotas de satelites paneuropeos como Astra e Hispasat, como fue el caso de Digital+ (Telefónica + Prisa) en 2003.
Pero más allá de criticar o no las bondades del DBS, el satélite es el carrier tecnológico neutral por excelencia. Es decir, la red de transporte de señales de referencia . Es el medio por el que se radioenlazan y distribuyen todas las señales en origen (veánse los encartes que aparecen de Canal+ en Telecable, Movistar ... cuando muchos canales retomados del satélite, se van a negro por alguna incidencia), y más allá de que posteriormente se realice la distribución hasta tu hogar mediante sistemas playout, a través de las cabeceras de tu operador de cable, la solución tecnológica empleada puede resultar muy heterogénea, apostando bien por el IPTV, como en el caso de Telecable, con la plataforma MyViewTV de Alcatel-Lucent, que no emplea cifrado, ni encriptación por sistemas de acceso condicional mediante SmartCard en el Set Top Box (o descodificador, para quien nos lee, nos entienda a la perfección).
Telecable ya no emplea la codificación Nagravisión 3 de Kuldelski que compartía desde la cabecera de Euskaltel, como un usuario ha comentado aquí. El parque de STBs Ultra Low-Cost koreanos de Zyxel, que emplean Telecable y Movistar TV, no tienen una ranura para la tarjetita.
Y hombre, no profundizaré en cuestiones técnicas que no domino, pero si abiertamente reconocéis que en modelos como el IPTV, la experiencia de visionado depende de si la red está cargada o no, o bien en el modelo OTT, como Orange TV, cada vez que cambiamos de canal, el sistema lanza una sonda o una llamada DRM (Digital Rights Management), es evidente que todo estas variables suman más retardo al zapeo, por no hablar de todos los procesos de reconversión a los que se somete a la señal original del satélite, con la consecuente pérdida en calidad de imagen, y otras guarradas de ajuste de bitrate variable o constante adicionales en la IPTV, en función del ancho de banda que tenga la red en ese momento. Por no hablar de la inestabilidad de los STB, bien porque se reinician sólos cada 2 por 3, o porque no retoman los datos de la EPG correctamente de la red.
Obviamente si ves TV en una Tablet, en el Ordenador, o en LEDS de 37 pulgadas para abajo, te la suda. Pero la experiencia de visionado en términos de calidad de imagen cambia bastante en un NeoPlasma, LED u OLED de 50 pulgadas en adelante. En diagonales así, la compresión de la señal canta por todos lados.
Ahí es donde el DBS se mueve aun hoy, en un segmento más premium y se orienta a un público objetivo muy diferente.
Otra cuestión es la cicatería Made in Spain y el fraude de la compresión "HD Lite" a la que someten la señal de muchos canales "HD" de Canal+ por falta de espacio, por la no migración de los canales duplicados SD a DVB-S2 o no alquilar más transpondedores a Astra.
PD: La comercialización libre de tarjetas de abono por parte de operadores de cable, para insertar en una PCMCIA o bien a través de la ranura Common Interface del televisor con DVB-C integrado, suele estar más extendido en Dinamarca, Noruega, Suecia y Finlandia. Hasta el punto de que los fabricantes de electrónica de consumo como Sony, Panasonic, Sharp, LG, Samsung, fabrican los televisores incluyendo el sintonizador DVB-C en estos mercados, desde hace bastante tiempo, incluso en modelos de entrada de gama o segmento bajo, por 200-300 Euros.