Las empresas y organismos no pueden añadir a otros usuarios a grupos de WhatsApp sin pedir previamente consentimiento. La razón es que el número de teléfono es un dato personal y este queda expuesto a el resto de participantes al añadirse al grupo. El caso es similar a cuando se envía un correo masivo con los destinatarios visibles en vez de en CCO.
El caso ha surgido a partir de una denuncia contra un Ayuntamiento que mantenía un grupo de WhatsApp del municipio con 255 vecinos. Uno de ellos denuncio ante la AEPD que se le había añadido sin pedirle permiso. La agencia ha dado la razón al vecino al considerar que el Ayuntamiento uso el número sin permiso y además lo divulgó al resto de participantes. Aunque finalmente no hay sanción, el caso sirve de toque de atención para los cada vez más comunes grupos de was de escuelas, empresas y otros organismos.