El 21 de febredo de este año recibo una llamada de Movistar ofreciéndome un móvil nuevo, sin ningún tipo de coste para mí, ni incremento ni gasto mínimo ni sujeto a permanencia (me lo dijo varias veces y de distinta forma, porque le insistí). Ahora me viene una factura con 10 € más de lo gastado, y resulta que estoy sujeto a permanencia durante 15 meses, con un gasto mínimo de 11,47 (incluido IVA). Mi gasto mensual es mínimo, desde que tengo el móvil ha rondado los 4 €, así los 4 últimos años. Este es el informe completo de los hechos que pongo a su disposición para que esté informado y no acepte nada a través del teléfono. Vaya siempre a la tienda movistar. Éstos deben enfrentarse al mismo público diariamente, no pueden comportarse fraudulentamente, engañando u ocultando la verdad, porque se les nota, provoca sensación de desconfianza. En cambio, los operadores de Telefónica-Movistar, están enseñados de otra manera. Bien, la reclamación que ya les envié dice así:
Pongo en su conocimiento que al respecto , pondré su oportuna reclamación en la Oficina de Consumo.
No habiendo firmado nada que me comprometa, pienso dar orden de devolución al banco ante todo cobro indebido de ustedes, y procederé a darme de baja, pues no estoy bajo ningún compromiso de permanencia del que ustedes me hayan informado, ni por escrito, ni por teléfono.
Si en la Oficina de Consumo ven causa que lo justifique, por información sesgada, no veraz, o incompleta, no les quepa duda que les denunciaré judicialmente. ¡Esto es un fraude señores! Ustedes han informado parcialmente al operador con el fin de que el cliente cayera en el engaño. De no ser así ¿por qué me han impuesto una permanencia ¡cinco! meses después de dicha conversación? ¡Y una permanencia que me sujeta 15 meses por un terminal pésimo, que en la calle nadie daría por él 25€. Acaso ¿no será con la pretensión de que el cliente no recuerde los detalles de la conversación y no pueda exigir? Pues se acaban de topar con uno que la recuerda por completo. ¿A que no aparece la grabación? Les diré por qué: Porque les compromete a ustedes.
El operario en ningún momento me informó que tendría que aceptar una permanencia, entre otras razones porque se lo pregunté varias veces y de varias maneras, a todas ellas las respuestas fueron negativas. La única condición a la que yo estaba sujeto al aceptar el nuevo terminal era de no cambiar de compañía en los próximos doce meses. Si lo hiciera estaba obligado a pagar el terminal con un valor de 60€.
No es la primera vez que me timáis. Ofrecéis una oferta supuestamente gratuita, y una vez que se acepta imponéis un cargo injusto no informado. Estúpido yo haber pensado que, viendo ustedes cómo está el patio, creyera que no cometerían los mismos errores que la competencia. Pero veo que no, siguen igual. Por un lado ustedes, a viva voz, proclaman "Devolvemos saldo a los parados", y a mí, ¡que soy uno de ellos! ¿ME ROBÁIS?
Ahora ustedes me obligan a pagar una cuota mínima de 10€ sabiendo que mi gasto mensual es mucho menor. ¿No sería este el objetivo desde el principio?: Aumentar mi gasto, aunque no lo necesite ni haga uso de ello. Las ganancias ilícitas terminan perjudicando a quien las impone.
O resuelven esto lo antes posible o me obligarán a colgar toda esta información a cuantos foros conozco. La ganancia que ustedes quieren obtener de mí fraudulentamente, la perderán con muchos potenciales usuarios, se lo aseguro.
Por otra parte, el móvil nuevo es tan malo que no he podido usarlo, incluso mi madre lo rechazó. Con lo que pretenden robarme durante tres meses, me compro un móvil infinitamente mejor, y que no me sujeta a ningún tipo de permanencia. Sólo lo acepté porque su empleado me aseguró, insistentemente, que no me comprometía a nada excepto a lo dicho.
Yo, ahora, quiero devolverles el terminal si es necesario para anular la falsa permanencia. No lo he usado excepto para probarlo. Y solicito que me anulen la permanencia de 15 meses que me han impuesto, de lo contrario haré todo lo dicho anteriormente.
Qué triste para sus trabajadores, tener que hacer frente a las consecuencias de su comportamiento y desmanes. Trabajar para un embustero y farsante debe ser muy duro.