Cuando se ingiere más sal de lo que el organismo necesita, se crea lo que se llama la retención de líquidos. Se produce una tensión cardiovascular=aumento de la presión arterial. Es decir, la sal en exceso, perjudicial para la salud.
La sal común tiene 2 componentes principales: cloro y sodio.
Una dieta pobre en sal se indica cuando hay problemas de: Arteriosclerosis, presión arterial alta, enfermedades del corazón, afecciones renales, cirrosis hepática, obesidad, embarazo.