Hoy me invitaron a probar unas patatas chips de fabricación industrial, esas que vienen envasadas en una bolsa, con sabor a tomate, cebolla y ajo. En el envase puedo ver la imagen de la pirámide nutricional donde pone que hay que comer mucho hidrato de carbono, o sea, que las patatas son muy "saludables".
Sí, las patatas son bastante saludables, pero las que tú mismo siembras en tu huerto del campo y luego fríes con aceite de oliva virgen extra especial, o guisas con agua mineral del manantial del pueblo, pero las "patatas industriales de bolsa" contienen:
Patatas (a saber si proceden de Palomares), aceite vegetal (supongo que aceite barato), lactosa (a otra cosa), azúcar, dextrosa (a la larga de destroza), glutamato monosódico (un potenciador del sabor que está prohibido en algunos países), cebolla en polvo, tomate en polvo, ajo en polvo, perejil, colorante, edulcorante, sal (o mejor dicho... la mar salada entera en el interior del envase).
Creo, imagino, supongo, que cuando consumes patatas de bolsa estás consumiendo mucha basura, aparte de que te saturas de sal (ya fuera, por lo menos, sal marina de buena calidad), que echas una meada y descongelas los casquetes polares, y el glutamato monosódico te pone más gordo que una foca porque te entra apetito y no paras de comer, o sea, que terminas comiendo como un cerdo. También vete a saber de dónde salieron las patatas, y el polvo de tomate, ajo, cebolla, a saber si los ingredientes son nativos de los alrededores de Chernobyl o de Fucushima, pues imagino que la industria no comprará la materia prima que sea más saludable, sino la que sea MÁS BARATA.
Pues eso, a seguir consumiendo patatas chips de bolsa ya que el envase tiene grabada la imagen de la pirámide nutricional y por lo tanto su buena calidad y salubridad están garantizadas.
País, que hasta te envenenan y encima te ponen una pirámide nutricional en los envases de los productos industriales, puaf. La Pandereta, el país donde la gente no se rompe los riñones trabajando, sino consumiendo sal en exceso. ¡Pobres riñones y pobre Pandereta!