Volver al trueque como elemento de "comercio" aniquilaría al 99% de la humanidad como sujetos de la "economía".
EL trueque está muy bien para economías rurales primitivas, en áreas aisladas de África, o Asia, en las que las ocupaciones son del sector primario; agricultura básica, ganadería, y algo de artesanía. La inmesa mayoría de la población mundial se encuentra fuera de "ese mundo".
No hay que demonizar al dinero, ni al préstamo de éste, en el fondo de la razón de esta crisis hay un elemento determinante el simple hecho de no llamar a las cosas por su nombre.
Es decir, un préstamo hipotecario sobre el 120% del valor del inmueble NO ES UN PRÉSTAMO HIPOTECARIO es un préstamo al consumo, y como tal se le debería de haber tratado.
Así, lo mismo para otros productos financieros, que se les llamaba con otro nombre sin ser aquello que representaban, etc... y no llamar a las cosas por su nombre y venderlas como lo que no son, es una ESTAFA.
Leopoldo abadía en su artículo, viene a decir eso, se ha cambiado el nombre de las cosas, y ha habido estafas.
En SUIZA ningún banco ofrece NUNCA una hipoteca mayor del 80% del valor de la vivienda (generalmente sólo el 66.6%), y no sufren el problema consecuente que ahora sufre el resto del mundo. Primero se ahorra el 20% (o más) y después se va al banco.
No nos encontramos ante una crisis económica, la crisis económica es sólo un síntoma más, nos encontramos ante una crisis de civilización.
Es decir, es algo más amplio; por ejemplo:
- Han fallado las personas, quienes tienen el conocimiento y la formación han sido tan delincuentes como los trileros de la Ramblas, ha fallado la ética y la moral, y han fallado los mecanismos de control, los legisladores, el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo... eso es CORRUPCIÓN.
- Fallan los sistemas productivos que ya son obsoletos. La tecnología hoy ya permite cambiar muchos aspectos de la producción industrial, pero no se hace, se sigue como hace 70 años, con el modelo productivo de la maquinaria militar que se intensificó durante la IIª Guerra Mundial.
Pero no se cambia porque se protege a las grandes coorporaciones como las automovilísticas americanas en lugar de dejarlas quebrar y que de sus cenizas nazcan nuevas empresas más eficaces, limpias y que ofrezcan los productos que los ciudadanos demandan.
Se nos exige a los contribuyentes billones de dinero para que se sigan produciendo camionetas de 2.5 toneladas y Pick-up que consumen el triple que un Honda Civic, o un VW Jetta, y que la gente ya no quiere comprar.
Los Gobiernos nos asaltan los bolsillos para dar liquidez a los mismo bancos que tienen nuestro dinero y se lo han gastado JUGANDO A LA RULETA, y todo eso sin un coste judicial...
Saldría más barato dejar quebrar a quienes no lo hayan hecho bien y en todo caso responder con ese dinero que ahora se nos quita.
Podría extenderme, pero la idea general ya la he expuesto. Apelar al trueque es estar fuera de la realidad.
Saludos.