Parece que estavez ya va en serio y estamos a un paso de la fusión entre Euskaltel y Telecable, aunque no sería una fusión entre iguales ya que, realmente, será Euskaltel la que absorbe a Telecable, pagando a Zegona (propietaria de Telecable) una parte en efectivo y otra en acciones de Euskaltel, y siendo Kutxabank el accionista mayoritario después de la fusión.
Esto parece que está hecho. Veremos qué implicaciones tiene, de cara al futuro. Por cierto, ¿se quedarán los asturianos, como ya les pasó a los gallegos, sin fútbol?
La noticia es de EXPANSIÓN:
Euskaltel, el operador vasco de telecomunicaciones, propietario también de la gallega R, y Zegona, el grupo británico que controla el 100% de la operadora asturiana de cable Telecable, están muy cerca de alcanzar un acuerdo que permita la integración de Euskaltel y Telecable, según fuentes del mercado.
Esta integración crearía un gran grupo con presencia en casi todo el norte de España (Galicia, Asturias y País Vasco) y que en este año podría facturar proforma alrededor de 750 millones de euros, con un ebitda de 360 millones y una generación de caja de hasta 250 millones de euros.
Los dos grupos han venido manteniendo contactos discretos en los últimos meses, pero en las últimas semanas las posturas se han acercado mucho, tanto en la valoración de Telecable, el principal escollo de la negociación, como en los acuerdos de accionistas que deben permitir a Zegona convivir con Kutxabank, el accionista de referencia de la operadora vasca, en el capital de Euskaltel.
Este acuerdo de accionistas será necesario porque la operación de integración se realizaría por una doble vía: una parte del pago en metálico de Euskaltel a Zegona y otra en acciones de Euskaltel, que convertirían a Zegona en otro de los accionistas de referencia de la nueva Euskaltel, ya con Telecable en su perímetro de consolidación. Para ello, Euskaltel deberá realizar una ampliación de capital que sería suscrita por Zegona pagando con las acciones de Telecable.
Las fuentes consultadas coinciden en señalar que las diferencias, especialmente de valoración de Telecable, son ya muy pequeñas, por lo que el acuerdo definitivo podría producirse en las próximas semanas. Fuentes de Euskaltel señalaron ayer que no hay ninguna novedad respecto a lo que la empresa ha comunicado al mercado en los últimos meses.
La integración sería bien vista por el accionariado de Euskaltel, que aceptaría la entrada de un nuevo accionista profesional como Zegona, que puede aportar su conocimiento del mercado.
La fortaleza financiera del grupo resultante, con una gran generación de caja y poca necesidad de invertir en la red fija, permitiría abordar el crecimiento en algunos territorios como Cantabria, Navarra, La Rioja y León. De hecho en Cantabria ambos grupos han negociado la posibilidad de desplegar red propia con una alianza con el grupo local Ibiocom, apoyado por el Gobierno cántabro de Miguel Angel Revilla.
La integración de Euskaltel y Telecable tiene todo el sentido, porque beneficia a ambos. La británica Zegona, tras fracasar en la compra de Yoigo -en la que se había adelantado, pero que perdió a manos de MásMóvil al no ser capaz de cerrar el acuerdo con la española ACS-, no tiene un proyecto concreto en el mercado español.
Asturias es una región demasiado pequeña para lograr muchas mejoras de gestión, de un grupo como Telecable que, además, ya tiene una cuota de mercado muy elevada. Euskaltel tiene el mismo problema de Telecable (un mercado pequeño en Euskadi y Galicia en el que ya tiene mucha cuota) y además tiene problemas de crecimiento, ya que los 430,6 millones de ventas acumulados en los nueve primeros meses de 2016 suponen un aumento del 0,6% interanual.
La integración de ambos grupos podría generar importantes sinergias concentrando actividades, pero se enfrenta a la dificultad que provoca la caída del precio de la acción de la vasca durante 2016. Eso hace que la cantidad en efectivo que deba pagar a Zegona sea mayor.
Pero, a cambio, tiene la ventaja de la devaluación de la libra provocada por el Brexit. El 27 de julio de 2015, cuando Zegona cerró la compra de Telecable al grupo de capital riesgo Carlyle por 640 millones de euros, esa cifra equivalía a 456 millones de libras. Hoy, tras la devaluación, los 640 millones de euros suponen 551 millones de libras, lo que beneficia a Euskaltel ante el efecto en el tipo de cambio.
Uno de los puntos clave del acuerdo, además del precio-en el que ambos están ya muy cercanos, puesto que las diferencias de valoración no superan el 2%, según fuentes cercanas al proceso-, será el pacto de accionistas que permita convivir a ambos socios, Kutxabank y Zegona, dentro del accionariado de la nueva Euskaltel, con R y Telecable dentro. Hasta ahora, Kutxabank ha mantenidoel control y la capacidad de veto en Euskaltel, ya que consu 25,083% del capital, podía vetar todas las decisiones estratégicas, puesto que los estatutos establecen que para este tipo de acuerdos es necesario más del 75% del capital en la junta de accionistas. Con la dilución tras la entradade Zegona, Kutxabank deberá reformular ese pactode accionistas de acuerdo con su nuevo socio.