Hola arrainahoa, no voy a ser yo el que te dé, o te quite razón, pero la interpretación que yo le doy a lo que has escrito es distinta a la tuya.
Para empezar, la primera pregunta está mal hecha, el cambio de operador no es de Euskaltel a Amena-Orange (France Telecom, mismo operador), sino Euskaltel a Vodafone (distinto operador).
La segunda pregunta es un tanto confusa, aun así, la respuesta de la Secretaría de Estado para las Telecomunicaciones dice, claramente, que "no es competente en esta materia", o lo que es lo mismo, leyendo entre lineas, que se lava las manos y preguntes en otro lado. Al final se descalifican éllos mismos, por tanto, la solución "alternativa" que comenta (un prorrateo de los meses pendientes de permanencia), no aparece por ningún lado, ni se le espera.
De todas las maneras, me da la impresión de que es Euskaltel, ahora mismo, la que está marcando la dirección al resto de operadores en todo este fregado en el que se han metido con el cambio de tarifas (subida en el establecimiento de las llamadas, de 12 a 15 céntimos).
Movistar (Telefónica), por ejemplo, ha anunciado en sus últimas facturas la subida que van a realizar, así cómo la posibilidad de darse de baja si no estás de acuerdo con la medida, más que nada para que no le caigan palos desde todos los lados.
Se supone que a quién no tenga permanencia esta advertencia no le incumbe, puede darse de baja cuando quiera, por lo tanto, la notificación va dirigida a los que sí tienen permanencia, pero resulta que a éstos, de momento, si se dan de baja les amenazan con penalizarles, del mismo modo que está actuando Euskaltel. La verdad es que entonces no se entiende nada.
Una de dos, en mi opinión (totalmente subjetiva), o han visto algún resquicio legal de penalizar a los que se den de baja, por muy infame que sea el método, o están actuando de la misma forma que viene haciendo Euskaltel en todo este proceso de migración, es decir, de una manera prepotente y con una política de tierra quemada, intimidando previamente con amenazas de penalización (sean legales, o no), para seguidamente esperar las posibles reclamaciones de los pocos que tengan la voluntad de pleitear con el equipo jurídico de una empresa de esta magnitud y recursos, a sabiendas incluso de que tengan todas las de perder. Pero eso es lo de menos, el objetivo es el resto de clientes que por no meterse en reclamaciones y demás se quedan de clientes sin actuar. No hay quién les pare.
Esperemos que, al ser operadores de ámbito nacional con un mayor número de clientes afectados, los órganos competentes de regular y controlar toda esta confusión interesada, actúen y despejen todas las dudas de una vez por todas, en una dirección, o en otra. No cómo está sucediendo aquí, que todos miran hacia otro lado en beneficio de Euskaltel (empresa "semipública" a pesar de ser privada) y en contra de los intereses de los ciudadanos.
Saludos. ;-)