El precio HORECA incluye la exhibición pública de la señal, cosa que no sucede con el abonado del hogar, así que no puede costar lo mismo. Es puro sentido común. Pero es que aún así, aunque el precio del fútbol en casa fuese el HORECA, tampoco sería rentable.
Yo aquí no estoy discutiendo la rentabilidad. Con los precios actuales, es imposible y si las operadoras deciden seguir pagando, allá ellas.
Lo que digo simplemente es que asumiendo que no son rentables, una vez que la empresa toma la decisión de pagar ese peaje, se trata de buscar el mejor aprovechamiento para el recurso que tienes. Y eso no tiene por que contraponer lo que le interesa al usuario frente a lo que interesa a la empresa.
En mi entorno conozco mucha gente mayor que se baja al bar o escucha los partidos por la radio. Si a esa gente le ofreces un paquete a 30 o 40 euros, recaudarás bastante más que colocando una suscripción a precio HORECA. Y lo que es más, probablemente generes un hábito de consumo.
Somos vagos, somos cómodos, somos animales de costumbre (y la gente mayor, aún más). ¿Cómo triunfaron Netflix, HBO, Spotify… sobre las descargas y el p2p, cuando hace diez años todo lo que veías eran comentarios de gente en plan " que hagan lo que quieran, que yo pudiendo pagar cero euros, no me van a ver el pelo"? ¡Oh sorpresa, con los años resulta que pasas de buscar links en torrent, descarga directa o emule y prefieres pagar 15 euros por una suscripción que gastar tu escaso tiempo libre en buscar contenidos gratis!
Pues esto es igual. No es buenrrollismo, sé como funcionan. Pero pensándolo desde el puro beneficio para la empresa, si yo consigo que medio millón de jubilados me paguen 30-40 euros al mes para ver el fútbol, son medio millón de personas a las que dar la tabarra con promos para que pasen también el móvil a mi compañía, o se pongan también un canal para ver el cine, etc etc. La otra opción es conseguir 30000 tíos que me pagan +100 euros mensuales, y ya.
Allá ellos con lo que hacen, a día de hoy lo que consiguen es alejar a la gente con menos poder adquisitivo (entre ellos, muchos jóvenes que son el cliente del mañana) y darle de comer al chino piratilla o a los VPNs en el caso de los que están enterados del tema. Un callejón sin salida, pero no lo quieren ver.