Pues eso, los vecinos de mi barrio (todos con sus Smartphones y WIFI en casa) llevaban años pidiendo el cierre de la antena de Orange con recogida de firmas y manifestaciones, la acusaban hasta de los resfriados. Tras unos 10 años de lucha, el ayuntamiento ordenó orden de precinto y desmantelamiento. Orange ha recurrido pero al final parece que desiste y ha empezado a desmantelar la antena.
Hasta ahí todo lo normal, pero hoy me acabo de dar cuenta que los equipos que están desmantelando están apareciendo en otra azotea a escasos 100 metros de la anterior. Orange ya me ha confirmado que a principios de enero se pondrá en marcha una nueva antena, así que blanco y en botella :D
Ahora la nueva antena está bien cerquita de los principales impulsores del cierre de la antigua, para que duela más.
Madre mía lo que me voy a reir cuando los vecinos se den cuenta, ahora que ya estan todos con una salud de hierro (se supone).
Saludos.