Una nota técnica publicada por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) sobre el 5G y los riesgos para la privacidad explica que a diferencia de la geolocalización que las operadoras pueden inferir cuando utilizamos sus torres 4G, que cuenta con un margen de error de unos 50 metros, la red 5G permite a la operadora ubicarnos con una precisión de 1 metro en las tres dimensiones.
En definitiva, se necesita una red de acceso mucho más compacta, con muchos puntos de acceso y menor distancia entre ellos. Esta mayor densidad proporcionará al operador y a otros agentes vinculados a la explotación de los datos de la red, la capacidad de localizar el terminal de usuario con una precisión mucho mayor de la que tiene en la actualidad, alcanzando resoluciones de localización inferiores a un metro y, al contrario que las generaciones previas a 5G, incluyendo posicionamiento en tres dimensiones. Por ello, es de esperar el desarrollo de servicios novedosos basados en localización (LBS).