Nunca me había pasado algo comparable. Suelo guardar bastante las formas, así que aunque siempre me fijo en no elevar la voz ni insultar, y esta vez he sido incluso demasiado exquisito.
Transcripción del mail que acabo de enviar a soporte@simyo.es y que por supuesto no harán caso (como a los 12 0 14 que he enviado, salvo dos de ellos a los cuales me han respondido).
¿Cómo es posible que una de sus operadoras me haya colgado?
Me ha informado que para recibir la incidencia
nº xxxx-xxxxxxxx
he de ponerme en contacto con esta dirección o a través de fax.
No entiendo que no me lo puedan gestionar por teléfono, pero bien, lo he hecho por correo electrónico desde hace más de una semana. Se lo explico a la operadora y ella me informa que lo haga por fax. Le vuelvo a decir que si hay dos posibilidades y yo he elegido una de ellas y de la cual espero respuesta desde hace más de una semana, no entiendo por qué he de hacer lo mismo por fax. Ella me cuelga directamente.
Hubiese sido entendible si hubiese habido una elevación del tono de voz o palabras malsonantes, pero en todo momento mi conversación ha sido respetuosa (pueden verificar una llmada a las 21.25 hora española desde el nº teléfono yyy yyy yyy).
La verdad, no sé por qué escribo esto puesto que sé que ni tan siquiera lo leerán, pero por si acaso, esto cae en manos de algún responsable de la empresa (que lo habrá, aunque sea difícil encontrarlos) que sepan qué imagen me acaba de dar SIMYO.
Reciban un saludo.
En cuanto salga una tarifa plana de 5 GB, aunque sea un poco más cara: hasta nunca, SIMYO