Ocurre algo con Duckdns.org. La página está caída.

Parece ser que se les ha caído el front (web de gestión), puede que a propósito (actualizacion programada de algo en el server o a saber) o sin querer (errores puntuales, un ataque…)

Recordemos que DuckDNS, al final, no deja de ser un proyecto hobby de 2 amigos que montaron un DDNS selfhost para sus proyectos y dijeron “dado que escalar esto es prácticamente gratis, por qué no lo hacemos?” y decidieron hacer gratuito el servicio (aunque desconozco si aceptan propinas etc).

Cuando pienso cosas como estas, siempre me acuerdo del comic Dependency de XKCD

DuckDNS, usado comp DDNS por miles (sino cientos de miles) de personas en el mundo, es un proyecto hobby de dos personas, que cualquier día pueden desaparecer o cerrar.

Jellyfin (alternativa a Plex) literalmente lo mantiene un core de 8 personas, y la ultima vez que lo miré, cosas como alguna de las apps lo desarrollaba literalmente 1 sola persona

Slackware (distro Linux mítica, que aún sigue en vigor, por ejemplo siendo la base de Unraid, software propietario y de pago para construir NAS, con cientos de miles de usuarios) depende de 1 sola persona (Patrick Volkerding), la cual ha llegado hasta a encontrarse con graves problemas de salud (ya sabemos lo que significa eso en EEUU 💵), estafado por una empresa que le hacía merchandising diseñado para captar fondos, y luego aceptando donaciones.

Y el ejemplo por excelencia es el caso del compresor XZ, habitual en Linux para usos en kernel e initramfs, que a pesar de ser utilizado potencialmente por al menos unso cuantos cientos de millones de servidores/dispositivos, era mantenido por una sola persona desde su casa y como “hobby” (Lasse Collin), el cual con el tiempo ya no podía más, no se sabe si por edad y el paso de los años, problemas de salud, personales… el caso es que solo hizo falta que varios actores maliciosos haciéndose pasar por usuarios comunes le hicieran bullying, para que terminase cediendo parcialmente las llaves del proyecto a un tercer usuario malicioso que parecia tener todas las buenas intenciones, casi potencialmente comprometiendo millones de dispositivos en un futuro si no se hubiera detectado al poco de llegar a tocar el código del proyecto Debian (o si se hubiera camuflado mejor). Una historia la mar de interesante.

En todo caso, todos estos casos también me recuerdan cómo en este mundo, a veces los incentivos y distribución del mérito, riqueza, o llámase como quiera, apesta. Un hombre que contribuye a sistemas usados por millones, enpresas billonarias, etc., se tiene que conformar con hacerlo gratis, no recibir un gracias, ser anónimo, y que le pueda llegar alguien y hacer exigencias. Pero luego, sin salirnos del mundo Linux, puedes tener una empresa ingresando +3.000M€/año (Red Hat) solo por software, +15.000M€/año en su unidad de negocio que incluye nube en IBM, y disfrutar de ese desarrollo.

Que sí, que nadie le obliga en teoría, pero… da grima ver estas situaciones.