La reducción de velocidad a 16/8 Kbps a la que se ven sometidos los que consumen el tráfico incluido en su bono de datos, es una medida que la operadora ha tomado para garantizar la experiencia de navegación de sus usuarios, evitando otras medidas más drásticas como la "eliminación de las tarifas planas".
Así lo asegura uno de sus community managers, que explica que "el incremento de uso de internet móvil está siendo espectacular", ya que desde el 2011 el número de clientes con tarifas planas de datos se ha multiplicado por 4.
La bajada de velocidad hasta 16 Kbps es prácticamente lo mismo que cerrar la conexión, puesto a esa tasa se inhabilitan la práctica totalidad de servicios y el usuario se ve obligado a pagar uno de los nuevos bonos de datos extra. No es casualidad que el inicio de la comercialización de estos bonos haya coincidido con la estrangulación de la velocidad.