Euskaltel deberá contratar a 1.200 personas para 'liberar' los móviles de sus 468.000 clientes
Los actuales teléfonos sólo están autorizados a funcionar en la red de Amena-Orange La compañía iniciará la próxima semana una operación especial, en la que invertirá 10 millones.
Euskaltel pondrá en marcha, a partir de la próxima semana, una campaña comercial sin precedentes en España para resolver los problemas técnicos que implica su conversión en un operador virtual de telefonía móvil y la ruptura del acuerdo que le unía hasta ahora a Amena-Orange. La compañía vasca va a contratar a 1.200 personas, que serán las encargadas de entrevistarse, uno por uno, con sus 468.000 clientes de telefonía móvil, formalizar la firma de un contrato que permita zanjar de forma definitiva la disputa sobre la titularidad de los mismos, liberar los 'terminales' telefónicos para que puedan operar sin problemas en la nueva red y entregarles, además, la nueva tarjeta que deberán incorporar en sus equipos.
Esta iniciativa, que el equipo directivo del grupo ha diseñado en secreto desde septiembre y que incluye hasta el más mínimo detalle, ha resultado inevitable tras la reciente resolución de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, (CMT). El regulador del sector decidió el pasado viernes que los números de teléfono que utilizan los usuarios de Euskaltel están asignados a Orange y que no hay base legal suficiente para afrontar un traspaso en masa entre una empresa y otra. Además, negó a la firma que preside José Antonio Ardanza la posibilidad de realizar los trámites técnicos de adaptación de los terminales de forma remota, mediante una programación de la red, lo que le va a obligar a hacerlo de forma manual.
Terminales bloqueados
Las operadoras de telefonía móvil subvencionan una parte del coste de los terminales que entregan a sus clientes, razón por la cual también introducen en ellos unos códigos de bloqueo. Con ello, impiden que esos aparatos puedan usarse en otra compañía de la competencia. La decisión de la CMT obliga a Orange a facilitar a Euskaltel todos los datos necesarios para realizar esa 'liberación' de terminales y permitir así que funcionen correctamente en la nueva red de la compañía vasca. Sin embargo, esa operación deberá ser realizada de forma individual en cada uno de los teléfonos.
Algo similar sucede con las tarjetas SIM que utilizan esos equipos. Euskaltel entregará las nuevas a sus usuarios en el mismo momento en que proceda al desbloqueo de sus teléfonos.
El grupo quiere realizar todo el proceso, en parte porque la propia CMT le ha impuesto algunos plazos que resultan decisivos. Según la resolución, las facilidades de Euskaltel para realizar esta 'adaptación' técnica de sus clientes finalizará el próximo 31 de enero. A partir de ese momento, según se desprende de la resolución, los usuarios que no hayan manifestado su deseo de permanecer en ese grupo quedarán en manos de Orange, aunque en una situación un tanto complicada. Esta empresa no dispone de sus datos de facturación o domiciliación bancaria de recibos y su competidora ya ha asegurado que no se los puede facilitar con el argumento de que, si lo hiciera, incumpliría la Ley de Protección de Datos.
Las complicaciones técnicas que va a generar el nuevo rumbo del operador vasco en la telefonía móvil -desbloqueo de terminales, cambio de tarjetas, campañas de información, etc- van a suponer un desembolso cercano a los 10 millones de euros. A esta cifra hay que añadir otros 40 millones adicionales, la cifra en la que ha sido evaluada la inversión en equipos para dotar la nueva red de comunicaciones. Hay que tener en cuenta que Vodafone dará el soporte inalámbrico -la utilización de las antenas celulares- a Euskaltel, pero que todo lo demás -conducción de las llamadas, interconexión con la red fija o con la de otros operadores de móvil, servicios de mensajería, correo electrónico, etc.- deberá ser aportados por esta compañía.
De forma paralela, el grupo iniciará en los próximos días la comercialización de sus servicios de telefonía móvil para nuevos clientes o para aquéllos a los que no les importe renunciar al número que tenían asignado hasta ahora. De esta forma, conseguirá retornar al mercado de nuevas altas, que ha tenido que abandonar durante el último mes, a partir del próximo 11 de diciembre y en plena campaña de Navidad. Uno de los momentos críticos del año en este mercado, ya que es el periodo en el que más altas se producen.
Ericsson, Acenture y Cap Gemini han sido las compañías que han actuado como principales proveedores de la firma vasca para conseguir que su nueva red de telefonía móvil esté operativa en un tiempo récord desde los primeros días de diciembre.
Los 'migralaris' acudirán vestidos de naranja a las citas con los clientes
El escuadrón de 1.200 jóvenes que van a ser contratados para facilitar a los clientes de Euskaltel su continuidad en esta compañía, si así lo desean, ya han sido bautizados en los pasillos del cuartel general de la operadora vasca de telecomunicaciones: son los 'migralaris'. Los responsables de preparar la migración desde la red de Amena-Orange a la de Euskaltel, que está soportada a partir de ahora por las antenas de Vodafone, serán reclutados por la propia red comercial de la compañía telefónica vasca para garantizar así una distribución geográfica adaptada a las necesidades de una operación que se presume complicada.
Ellos serán los encargados de liberar los teléfonos de los clientes para que funcionen correctamente en el futuro. También entregarán a los usuarios las nuevas tarjetas que deberán colocar en los terminales y se encargarán de los trámites burocráticos. Euskaltel ha diseñado un proceso automatizado, en el que los clientes tan sólo deberán estampar una firma. Sus datos ya habrán sido previamente rellenados.
Puestos a desarrollar una operación corporativa en toda regla, y también para facilitar la identificación, Euskaltel entregará un carnet a cada uno de ellos y les vestirá de naranja. Incluso, ha tenido en cuenta la época del año en que se va a producir la campaña y les va a proporcionar un chubasquero con forro. El asunto está que arde, pero en la calle va a hacer frío.
Fuente: ElcorreoDigital.com