5 de diciembre.- Parece mentira, pero es cierto. En el Gobierno saben con quién y a qué lugar voy a comer los mejores bifes de chorizo de Buenos Aires, o qué hablo con un enviado de la redacción. Sí, claro, tengo mi teléfono 'pinchado'. E incluso sé qué tipo de aparato me está monitoreando día y noche, gracias al estudio hecho por expertos en seguridad teleinformática de la Universidad de Buenos Aires (ver gráfico). De esos aparatos sólo hay dos en el país, y los dos están en manos de los servicios de Inteligencia.
En otras latitudes, tener el teléfono intervenido sin orden judicial es un delito. En el cono sur, puede ser un lugar común. En la Argentina, por ejemplo, acaba de confirmarse que legisladores y funcionarios de la provincia de Buenos Aires y hasta el conmutador de la Cámara de Diputados fueron 'pinchados' por la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).
La tecnología está a la altura del primer mundo. Nadie podría decir que mi teléfono está 'pinchado', salvo por algunos ruidos extraños.
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