Porque una empresa pública de fibra neutra, como monopolio de red de fibra de uso comercial, sería más eficiente que la privada en tanto no abusaría de su posición de poder como podría hacer una privada, y se podría asegurar que no habría conflicto de intereses ínterempresariales nunca (por ejemplo, imagina que el dueño de la red fuese, compra por medio, Carlos Slim; a Telefónica le daría un ataque que la deja en coma). En último lugar, sería una empresa pública por ser un activo estratégico.
Siempre he defendido que en Europa de debería de haber gestionado la privatización de las telecos como la de las compañías ferroviarias: divides la compañía entre infraestructura (ADIF) y comercial (RENFE-FEVE). La de infraestructura sigue siendo pública, y cobra a cada participante de la red una cuota de acuerdo a su tamaño y participación para financiar los proyectos de mantenimiento y expansión. La comercial, siendo ya independiente, puede comenzar a tener competencia de otras compañías comerciales, en igualdad de condiciones técnicas desde el primer día.
No sólo favorecería la competencia a medio y largo plazo, sino que probablemente ayudaría a reducir el coste social de construir 3-4-5 redes solapadas en muchos puntos, que se vería reflejado de varias maneras:
1) Al reducirse el coste empresarial de las compañías (Movistar, Vodafone, Orange, MásMóvil, otras...), ello revertiría en la economía real, mediante posibles reducciones/contenciones de precios, y/o aumento del beneficio que se repartirá por dividendos (lo cual no es malo, hay miles de familias, muchas trabajadoras por ejemplo, accionistas de telefónica por H o por B; no pienses solo en el Warren Buffet de su despacho de NY al pensar en quien gana con el dividendo), además de aumento de la inversión de otros proyectos (mejor atención al cliente, tiendas propias...)
2) Reduciríamos el coste medioambiental. No hay mucho que explicar, porque es obvio.
3) Se elimina la mayor barrera de entrada que existe en el mercado de las telecomunicaciones. Hoy en día, si quieres entrar en España a competir, lo tienes crudo. Porque o llegas a un acuerdo con Telefónica para acceder a fibra que te deja beneficios ridiculos, o tiendes tu propia fibra. Si eliminas esta barrera y facilitas un buen acceso al mercado español, en dos días tendríamos a más empresas europeas e internacionales como Iliad (la francesa detrás de Free Mobile, que recientemente ha entrado en Italia) en España.
Solo se me ocurren cosas buenas. Pero bueno... ¿Por qué no se ha hecho así? Por intereses. Por al cómputo global de la sociedad le viene bien una red neutra publica, pero a las empresas ya establecidas ni de coña. Y cuando se privatizaron, los intereses calaron mucho en los procesos de privatización en Europa.
Francia sigue siendo aún el mayor accionista de Orange. Merkel tiene un poder de influencia de Deutsche Telekom que alucinas. Moncloa tiene sus cosillas con Telefónica, Portugal conservaba hasta hace nada su “acción de oro” en Portugal Telecom, y suma y sigue.
Cuando se empezaron a privatizar las telecos europeas, había miedo de los gobiernos de cada país a que una dominase a otras en sus mercados y acabase machacándola. Por ejemplo, que Orange saliese a Alemania y España, y “aplastase” en su casa a Deutsche y Telefónica, arruinando sus posibilidades de futuro y adueñándose de su mercado doméstico. Al principio se dice que hubo pactos de no agresión entre las grandes (Deutsche a alrededores y EEUU, Telefónica a Sudamérica, Orange a África...) pero bueno, ahí está la compra de O2 y la de Amena...
Estas empresas, en los años 2000, lo que menos querían era eliminar barreras a la competencia. Poder de mercado, qué se cabe a hacer.
PD: Algunos esgrimen que es bueno el sistema actual, porque da más puestos de trabajo... jajajaja; la mayor inocentada vista.
PD2: En este país hay 2 problemas con lo público: que suele gestionarse mal, y que tiene muy mala imagen. Pero no tiene por qué ser así.
Empresas como AENA (que cuando salió a bolsa se disparó, por cierto, hubo una demanda internacional de acciones que flipas), ADIF,o REE en su día, son ejemplos de compañías públicas que pueden funcionar bien y hacer bien su trabajo.