Explico aquí mi odisea colosal.
A mediados de octubre, a través de la web, inicié el proceso de darme de alta de ADSL en Jazztel, atraído por la oferta de 1 Mbps. Hasta el momento, no usaba mucho internet en casa, y siempre con la conexión gratuita de Alehop (dial-up).
Pues bien, a finales de octubre recibí una llamada de parte de Jazztel, para confirmar la petición, los datos, etc. Señalo que es la única llamada que Jazztel se ha dignado a cursarme.
Ya en noviembre, recibí el contrato para firmar. Era algo confuso ya que las dos copias de contrato decían "COPIA PARA JAZZTEL", lo cual me dejó perplejo, pero bueno, yo mandé una y me quedé una copia, claro.
Sin noticias, hacia finales de noviembre empecé mi rosario de llamadas al 902902280.
El primer tipo que me atendió me respondió con multitud de evasivas y me dejó con muchas dudas. No parecía saber ni si mi proceso de alta estaba en marcha ni en qué estado. La verdad es que era muy lelo.
La siguiente vez que llamé, crucé los dedos para llegar a un operador más empático, y bueno, preguntando supe que mi primera solicitud se había traspapelado por no sé qué problema.
Total, tenían constancia de una petición el 29 de octubre (supongo que cuando recibí la llamada de parte de Jazztel), pero luego aparecía como repetida el 5 de noviembre. Me dijeron que, una vez aceptada por Telefónica la habilitación de la línea, esta compañía se comprometía a tenerla operativa en un plazo no mayor a 12 ó 15 días hábiles.
En fin, pasaron las semanas, yo volví a recibir una carta con el contrato para firmar, supongo que producto de esa segunda solicitud de alta. (Este suceso es irrelevante para la historia; por supuesto, la tiré a la basura).
Pasados los días, otra llamada al teléfono de la esperanza me hizo saber que Telefónica había denegado la primera petición de alta, creí entender que por una confusión con la central (imagino que producto de que mi número de teléfono ya había sido portado en mi último cambio de domicilio).
Pedí que me llamaran durante esa semana cuando supieran algo claro. Nunca me han llamado, su preocupación por atender al cliente parece mínima.
En fin, en esas estábamos ya en el mes de diciembre, por entonces yo ya sopesaba las opciones que tenía abortar la operación, máxime cuando Auna llamaba a mi puerta para "liberarme" de las ataduras de Telefónica y ofrecer cable con internet 1 Mbps, TV y teléfono. Claro, que estaba el dichoso contrato que yo ya había firmado y enviado.
Pero, bueno, mi siguiente llamada me llevó a conocer que Telefónica había aceptado mi petición finalmente el día 7 de diciembre. ¡Bien, ahora ya sólo serán quince días hábiles!. Hago mis cálculos y me digo: justo antes o después de Navidad ya tendré mi ADSL.
En el ínterín, recibí el módem Comtrend, los nombres de usuario y claves (otra vez de forma duplicada, para no perder la costumbre) y ¡ya me estaba frotando las manos!
Sin embargo, la llamada prometida para decirme que la línea ADSL ya está operativa no se produce. Hemos estrenado año y yo sigo como en el anterior. (En el mes de noviembre pagué 136 euros de teléfono a Auna, por mi maldito vicio de estar conectado a internet).
La semana pasada hablé con el teleoperador de turno, éste el más comprensivo de los muchos que ya he "conocido". Me dio el teléfono gratuito (¡o sea, que en el 902 me están sangrando!) 1565 para informarles de mi deseo de rescindir el contrato en vista de que no me dan el servicio.
Me siento indefenso, impotente, ignorante, ¡idiota!
No sé qué puedo hacer ni adónde dirigirme, tal vez uno de esos bureau-fax serían la solución, pero no quiero ir de Guatemala a Guatepeor, pues ya he leído que mi línea puede quedar un tiempito bloqueada por Telefónica incluso aunque consiga anular el contrato con Jazztel y abonarme a Wanadoo, como es mi deseo.
En fin, si alguien me puede dar algún consejo, gracias de antemano.