Al margen de que era anómino y dicen que más vale borracho conocido que alcohólico... Que vivan las Cruzcampo.
Después de realizar el patético reconocimiento psicofísico, médico o como quiera que se llame para engrosar las arcas zapateristas con la renovación del permiso de condirn, cuando en la consulta me dijeron que me tapara un ojo para ver unas diminutas letras y al no distinguirlas se apresuraron a decirme que me tapara el otro ojo... ¡Joder, ahora sí que no veo nada con los dos ojos tapados! Me decidí a solucionar mis problemas de visión con un nuevo monitor de 22" ACER -jamás lo diría- ja, ja, ja. Por supuesto hice caso omiso a las indicaciones de Antonio Bolaños -gran compañero y sin embargo amigo- de agrandar la resolución del monitor de 17" pulgadas que ya tenía en lugar de comprar un monitor más grande.
En un alarde de inteligencia artificial pensé: Tengo dos monitores, luego una tarjeta gráfica que soporta escritorio extendido, pues dejo los dos monitores y así es como si tuviera dos ordenadores, ya que trabajo mucho con máquinas virtuales.
¡Coño¡ ¿Pero la idea no era solucionar los problemas de visión? Ahora tengo la mesa llena de monitores -dos para el sobremesa y dos portátiles- y el mismo problema de visión, ja, ja, ja.
¿Creéis que me tengo que comprar uno de 32" y así dejar zanjado el tema de la visión?
De momento me conformo con un par de birras.
P.D. Estoy pensando en pasar las vacaciones en la Nación Canaria, con unas cabras.