La justicia ha dado la razón a un cliente de Orange al que la compañía reclamaba una penalización tras hacer una portabilidad a otra operadora.
Orange lo inscribió en un registro de morosos y trató de contactar con el cliente y algunos familiares, incluyendo a una hija menor de edad. Tras reclamar ante Industria y está darle la razón, Orange siguió reclamando la deuda, por lo que el cliente recurrió a la justicia.
Finalmente esta ha condenado a las empresas de recobro que trabajan con Orange a una especie de orden de alejamiento que prohíbe comunicarse por cualquier medio con el cliente y su familia.