Neo-Sky, la operadora de telecomunicaciones de Iberdrola , ha planteado una batalla legal por la entrada de Telefónica en Iberbanda, competidora de la subsidiaria de la eléctrica en el negocio de la telefonía inalámbrica.
La filial de Iberdrola ha acordado interponer un recurso ante la Audiencia Nacional, una vez que el Ministerio de Economía y Hacienda ha dado el visto bueno a la toma de control de Iberbanda por parte de Telefónica.
Neo-Sky presentará un recurso contencioso-administrativo, con medidas cautelares, consistentes en la solicitud de la suspensión de la operación de concentración, al considerar que la entrada de Telefónica de España en el capital de Iberbanda supone “un obstáculo más al normal desarrollo de la competencia en el sector de las telecomunicaciones”, según un comunicado del grupo eléctrico.
El Ministerio de Economía autorizó el pasado junio la entrada de Telefónica en el accionariado de Iberbanda, una vez que se eliminaron los obstáculos que hicieron que el Consejo de Ministros rechazara la operación, el 27 de enero. De esta manera, Economía daba luz verde al acuerdo suscrito entre los principales accionistas de Iberbanda (Informática El Corte Inglés, Prisa y Omega Capital) con Telefónica de España, por el que la compañía entró con una participación del 51% en el capital del operador de telecomunicaciones de banda ancha.
Para lograr la autorización a su entrada en Iberbanda, Telefónica renunció a asumir la prestación de los servicios que ahora provee Iberbanda a determinados socios que permanecerán en el capital como minoritarios –Prisa, Omega Capital e Informática El Corte Inglés, y a la filial de éste último, Telecor–.
En el veto inicial a la concentración, se explicaba que este acuerdo suponía “un riesgo anticompetitivo”, debido a la capacidad “fidelizadora” de la cláusula, que convertiría a Telefónica en “proveedor preferente”.
Para la filial de Iberdrola, sin embargo, en la segunda propuesta de Telefónica para tomar el control de Iberbanda, el objeto principal era idéntico al de la operación presentada el 10 de octubre de 2005, variando únicamente determinadas restricciones accesorias respecto de la operación inicial, básicamente que Telefónica renunciaba a la condición de proveedor preferente de los socios actuales de Iberbanda.
En esta segunda ocasión, el Ministro de Economía y Hacienda no elevó el expediente al Tribunal de Defensa de la Competencia, “evitando así un nuevo veredicto no favorable del TDC, más que probable, si se tiene en cuenta que no existían diferencias sustanciales respecto de la operación inicial”, según la eléctrica.
Wi-Max
El interés de Telefónica e Iberdrola en estas compañías radica fundamentalmante en la posibilidad de utilizar las frecuencias inalámbricas para las que tienen licencia (3,5 Ghz) como canal para la comercialización de acceso a Internet inalámbrico a través de la tecnología Wi-Max. Inicialmente, en el año 2000, el Gobierno concedió seis licencias para explotar telecomunicaciones en estas frecuencias mediante la tecnología LMDS, que no ha funcionado.
Tras un proceso de concentración, sólo quedan tres empresas en este negocio: Iberbanda, Neo-Sky y Basa, que ha sido adquirida por el grupo estadounidense Clear Wire, como adelantó EXPANSIÓN el pasado 28 de febrero.
Con el control de Iberbanda, Telefónica quiere completar su oferta de acceso a Internet. La operadora hizo efectiva su entrada el pasado 4 de julio, con la suscripción íntegra de una ampliación de capital de 36,5 millones, la designación de Luis Miguel García como consejero delegado y el nombramiento de seis de los once consejeros de Iberbanda.