El estándar que sustituye al actual HTTP 1.1 ya ha sido finalizado y aprobado por Internet Engineering Task Force, el organismo que se encarga de establecer los protocolos que hacen funcionar a la red de redes. Ahora solo queda que se le asigne una numeración RFC para su publicación.
Los navegadores y servidores web no tardarán en adoptarlo para mejorar su comunicación, manteniendo la compatibilidad con el estándar actual pero aprovechando sus numerosas mejoras, como la compresión de cabeceras, conexiones paralelas o conexiones push iniciadas por el servidor.
Google, promotor de SPDY en el que está basado HTTP 2.0, ya ha anunciado su implementación en Chrome.